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NOTICIA

[Reseña] Yokozuna 'Quiero Venganza'

Yokozuna

Yokozuna
Quiero Venganza
Terrícolas Imbéciles
Calificación 89%

Por Milton Barboza

Para continuar con la emoción de haber visto a Yokozuna en nuestra pasada FILTERparty, llegó a nuestras oficinas la más reciente producción de los hermanos Tranquilino, quienes ya nos habían platicado con gran emoción que este disco venía con todo el power que los ha caracterizado y mucho más.

Y definitivamente es todo lo que habíamos platicado, Quiero Venganza genera emoción inmediata al ponerle play, ya que desde las primeras voces de la canción que da nombre al disco, y las cuales entran misteriosamente a las bocinas, todo se convierte en un energético momento placentero de poco más de 34 minutos.

La rola que sigue, “Árbol”, es otro elemento de esta elevada experiencia en donde hay riffs y baterías que pronuncian palabras por sí solos, acompañando a los Tranquilino por terrenos que van conquistando a la voz de su rock duro.

“Animal” parece un letargo necesario pero que no deja de ser parte de ese rompecabezas de ocho tracks, producidos por Pablo Romero, quien cooperó en la nueva aventura de Yokozuna.

Antonio demuestra en la rola instrumental “Flecha”, que sabe hacer excepcionales sonidos con la harmónica; casi dos minutos de poder y destrucción auditivos.

“Sangre llama sangre” es un grito de guerra en contra de las injusticias de esta sociedad que cada vez nos carcome más, que nos erige como uno de los pueblos más golpeados en la historia moderna.

“Ola” puede ser identificada como la consagración de lo que debemos hacer cuando caemos, es decir, buscar las armas para seguir adelante sin mirar atrás, solamente buscando la trascendencia absoluta.

“Prometea” es una canción que habla del amor, pero claramente increpada por el rock a la Yokozuna, liras distorsionadas, batería veloz, dando por resultado la fórmula perfecta para una nueva forma de enamorar.

El epílogo de esta deidad creada por Yokozuna lleva por nombre “Fluoxetina”, una elegante, llamemos “balada”, que es interpretada con pura guitarra acústica desdeñando melancolía, mientras Arturo cautiva con un cuasi rezo surrealista que deja los sentidos balanceados, exprimidos de emociones, pero con la carga energética para seguir con la vida llena de rock, como debe ser.

No se necesita más, es un material que satisface expectativas y que debe ser contemplado para adquirir en este preciso instante.

-Milton Barboza Arriaga

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