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[Editorial] Matando Complacencias, a 30 años del 'Kill 'Em All'

metallica

Es 1983 el año donde Björn Borg se retira del tenis y John McEnroe toma la batuta como rey absoluto del deporte blanco, el Vaticano retira la condena a Galileo Galilei después de más de 300 años de negación de la verdad.

 

En el cine se presenta El regreso del Jedi, la última entrega de Star Wars, que coincide en nombre con el recién presentado sistema de defensa anti misiles de los Estados Unidos; los argentinos celebran sus primeras elecciones después de años de una dictadura que aún hoy tiene hondas cicatrices en ellos.

 

La Chica material lanza su primer álbum homónimo pero simbólico al mundo bipolar que se vivía en esos días; dos días antes de este lanzamiento otra banda totalmente atípica, totalmente diferente, pero sobre todo, totalmente contraria a Madonna (al menos por ese tiempo) puso su primer disco en el mercado.

 

Era el 25 de Julio y la banda firmada por Megaforce Records (el hoy legendario sello metalero) apostaba con romper paradigmas de la música sin siquiera notarlo, decidieron ser la banda más rápida sin proponérselo y crear un nuevo genero: el thrash metal sin pensar en ello. Ellos solo pensaban en sacar un primer disco a la venta o por lo menos al mercado para lograr que los oyeran.

La sorpresa vino cuando en tan solo dos semanas lograron vender más de 17 mil copias, el experimento había logrado su resultado y Metallica era una realidad.

 

Metallica y su disco debut KillEm all eran un producto atípico de la época pero a la vez natural. Por un lado, era la época del auge POP con productos como Cindy Lauper o la propia Madonna; el rey del pop estaba en su apogeo y el new wave era una de las opciones “alternativas”. El género que Metallica revolucionó con esta placa, en ese momento se encontraba inmerso en el Glam Rock: el metal era un puñado de hombres maquillados como mujeres tocando canciones pegajosas sobre amor y el demonio.

 

Por otro lado era una época de consumismo, de una esperanza nula al futuro, todo producto de uno de los períodos con más alta tensión en la Guerra Fría. Los jóvenes no pensaban en el futuro, pensaban en llegar al día de mañana sin que una bomba nuclear arrasara con ellos. Paralelo a esto, el auge de nuevas tecnologías que hoy son común denominador, hacía del día a día un constante vértigo.

 

Producto de esto es KillEm all, disco diseñado para matar gustos y destruir paradigmas pero también para crear nuevos horizontes en un escenario musical limitado. Sus letras mencionan a la guerra, los conciertos de metal, el slam con grandes riffs y una rapidez no vista antes producto de bandas como Iron Maiden combinadas con otras de hardcore punk como Misfits, gustos del cuarteto de veinteañeros que creó este álbum (originalmente destinado a llamarse Metal up your ass, con una portada muy afín al nombre y cuyo veto por parte de la disquera permitió tener un nombre mas trascendente al momento con una portada icónica para la posteridad).

El álbum en si mismo es una revolución que abrió la puerta a bandas como Anthrax, Slayer y Sepultura creando una nueva escena underground y una nueva bocanada de aire al metal mainstream (quizá la ultima hasta hoy). El mosaico sonoro que integraba el sonido icónico de Cliff Burton con un bajo distorsionado, el doble bombo de Lars Ulrich, la guitarra líder de Kirk Hammett y la melódica de James Hetfield con su voz aún desgarrante convirtieron de inmediato a KillEm all en el referente de un nuevo genero ¿Cuántas bandas pueden lograr esto en su primer placa?.

La rapidez de los riff de guitarra, la oscuridad melódica de todo el disco o la distorsión de bajos a base de pedaleras en la única canción compuesta por Burton (Anesthesia) Pulling Teeth permitieron mostrar a una industria monótona la manera de cambiar el panorama en tan sólo 10 canciones, con sólo 17 días de grabación.

 

KillEm all este año y mes cumple 30 años, y es reflejo de cuatro jóvenes que a su vez reflejaron su tiempo sin pretensiones en 51:15 minutos. Cuando muchos que lean esto eran niños, veían como en 1999 Led Zeppelin -el primer disco homónimo de esta gran banda, cumplía treinta años, pensábamos “esta es la banda de mis papás”, veíamos esos 30 años lejanos a nosotros. Hoy un disco que quizá nació el mismo año que muchos de nosotros cumple esos 30 años de cambiar la historia, lo seguimos escuchando e inclusive hoy suena mejor que ayer, más joven que el día de su lanzamiento… aún rabioso y rápido, ¿Cuántos de nosotros podemos decir esto a 30 años de ver la luz?

 

 

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