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NOTICIA

Reseña 'Ultraviolence' de Lana del Rey

Lana del Rey / Ultraviolence

Ultraviolence
Lana del Rey
Interscope Records / Polydor Record
85%

Por Fernanda López 

Lana del Rey regresa como princesa

Siendo completamente sinceros, Lana del Rey tiene un sonido estático desde que salió al mercado en 2010. Ahora decidió inyectarle una dosis más alta de pop a su música y echar hacia atrás ese toque de hip hop que se apreciaba en sus discos anteriores. Desde el 17 de junio salió a la venta el disco Ultraviolence, tercer disco de estudio de la excéntrica neoyorquina.

Frente a varios medios, Lana externó su intención y gusto por obtener un sonido jazz en esta producción. La verdad es que la carga de jazz es notoria pero no marca al disco. Se pueden apreciar melodías estilo balada y uno que otro toque jazz, pero eso no es por mucho jazz.

Es cierto que con mucha concentración y sin pensar en Lana del Rey como una ex alcohólica americana, Ultraviolence te puede llevar fácilmente a los años cincuenta. El disco no es para nada aburrido, cuenta con 11 canciones, pero escuché detenidamente una y otra vez las 17 canciones que conforman la versión de lujo y una rola editada sólo en Japón. Lana del Rey no sería la primera en editar versiones exclusivas para el país Nipón y tampoco será la última, se los puedo asegurar.

Dan Aurebach le metió mano a 9 canciones de las 17 del disco y la verdad se agradece. Para aquellos fanáticos de los Black Keys no les será nuevo escuchar en Ultraviolence esos característicos sintetizadores que usa este artista reiteradamente en los últimos dos discos de su banda.

El primer sencillo de este disco se llamó «West Coast«, salió el 3 de abril y se podía escuchar un ritmo bossa-nova que era fácilmente digerible para toda la banda con un lado pop oculto. El problema con este sencillo es que la versión del disco es distinta, no por mucho, pero se le olvidó la bossa. Después llegó «Shades of Cool«, una gran rola, de aquellas que te transportan al pasado. Este segundo sencillo y «Flipside» de los mejores tracks que rescatan el álbum que no recuerdan incluso un estilo The xx.

Ultraviolence, una de las rolas con mayor carga pop pero no por esto mala sino pegajosa y resalta sobre otras no sólo por cargar con el nombre del disco si no por que resulta sencilla de recordar. “Yo soy la princesa, comprende mis white lines”, esto es lo que pide Lana en su español gringo dentro de un puente que muy fácilmente podría haber sido sacado de una canción de Lady Gaga.

«Brookly Baby» con un toque pop y un buen intro es un gran representante del disco. No podría asegurar que los sencillos fueron cuidadosamente elegidos ya que todo el disco es un probable sencillo tras otro, tanto por la gran fuerza de cada canción, como por su gran similitud.

«The Other Woman», cover a la compositora afroamericana Jessie Mae Robinsonuna se manifiesta como la canción más meláncólica y con mayor carga vintage ya que fue editada por primera vez en 1955. Los bonus tracks no aportan ni complementan el disco, son buenas rolas, como todo el álbum. No son un lado B ni tampoco cuentan con historias felices pero basta con escuchar los sencillos para saber de qué va todo el álbum, pues no se arriesga a un nuevo eto sonoro. Sí, es cierto que cada canción de cualquier artista trae consigo un sentimiento específico. Y sí, cada canción de Ultraviolence me lleva a un lugar distinto pero entre esos sentimientos hay lazos tan pequeños que me confunden hasta encontrarme frente a emociones muy similares.

Nada innovador ni fresco pero se disfruta a gran medida. No varía de sus anteriores producciones es majestuoso para el lado lado melancólico que todos nos cargamos o el mood vintage que de pronto queremos pulir.

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