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RESEÑA

Year Of The Snitch
Death Grips
Third Worlds
80%

Por Francisco Reyes / @warsawx

Si algo hemos aprendido de Death Grips es que son una banda completamente impredecible. Year Of The Snitch no sólo es el segundo álbum que lanzan después de su supuesta separación, sino que es el sucesor a dos de sus lanzamientos más sólidos dentro de su discografía: el álbum Bottomless Pit y el EP/sencillo de 22 minutos Steroids.

Después de tantos lanzamientos y una constante experimentación con el sonido, ¿cómo es posible que esta banda siga innovando? La respuesta es: yendo hacia atrás.

Year Of The Snitch se encuentra lleno de sampleos y referencias a viejas canciones del repertorio de Death Grips, especialmente de sus dos primeros álbumes. Sin embargo, el álbum no busca sólo retomar viejos elementos de la banda, sino que agrega sonidos que nunca habíamos escuchado en sus trabajos previos, más notablemente la utilización de scratch por parte de DJ Swamp.

A pesar de los elementos recurrentes a través de todo el álbum y la excelente manera en que fluye una canción a otra, Year Of The Snitch se iente más como una colección de canciones sueltas que como un álbum. Esto no es de sorprender, considerando que 7 de las 13 canciones fueron lanzadas como sencillos previos al estreno de este trabajo.

«Death Grips Is Online» es la canción encargada de dar inicio a este álbum, mostrando una inclinación por sonidos abrasivos sobre un beat bailable, algo que era de esperarse ya que durante el tour en conjunto con Ministry, el set de Death Grips buscó convertir la experiencia en un retorcido mini rave con juegos de luces y canciones orientadas a la fiesta. «Death Grips Is Online» introduce la mayor parte de elementos presentes a lo largo del álbum haciendo uso del scratch, guitarras distorsionadas y ruido completamente ensordecedor.

Este tema da paso a uno de los sencillos más sólidos dentro de la discografía de Death Grips, «Flies», cuyo constante cambio de beat y saturación de sonidos sirve como acompañante para las mórbidas letras de Stefan, quien lanza agresivas rimas sobre muerte y el deseo de ser consumido por las moscas. El cambio de beat al final conduce a una increíble transición hacia el tema «Black Paint», una oda a la obscuridad a través de guitarras distorsionadas y referencias al satanismo.

«Linda’s In Custody« y la siguiente canción, «The Horn Section», bajan el ritmo del álbum para dar entrada a uno de los temas más sobresalientes de este proyecto, «Hahaha«. Llena de sintetizadores ambientales, una frenética batería y una voz distorsionada, esta canción es un verdadero asalto a los sentidos que sin duda requiere más de un par de escuchas para comprender qué es lo que sucede durante sus 3 minutos y medio de duración.

Posteriormente, llegan dos canciones que ejemplifican a la perfección todo el concepto de Death Grips; la primera, «Shitshow», es una descarga de brutalidad sónica cercana al grindcore y harsh noise en menos de 2 minutos, mientras que la siguiente canción, «Streaky», es una oda al hip hop con una producción limpia, coro pegajoso y sonidos de scratch por todas partes que dan paso al tema siguiente, Dilemma, el cual resulta más relevante por la aparición de Andrew Adamson, director de Shrek (sí, de la misma película que estás pensado), quien da una introducción hablada a la canción. A parte de esto, «Dilemma« resulta un tanto irrelevante, al igual que «Little Richard».

Sin embargo, «The Fear» continúa con la experimentación y se convierte en uno de los temas más interesantes en toda su discografía, ya que sobre un beat con una clara influencia de jazz y un sonido carnavalesco, Stefan entrega una serie de rimas crípticas que dejan ver un estado mental al borde del suicidio y la psicosis, lo que da paso al «Outro« que, por supuesto, no es realmente una conclusión al álbum, sino una transición hacia el último tema, «Disappointed», el cual, totalmente contrario a su nombre, resulta ser una gran manera de terminar este álbum, principalmente por la intensidad vocal de Stefan.

Year Of The Snitch resulta una excelente muestra de hip hop futurista que constantemente rompe las barreras de lo tradicional, sin embargo, la falta de coherencia entre un track y otro resulta en una escucha difícil. Sin duda este es un álbum para los más adentrados en Death Grips, sobre todo con las constantes referencias a sus trabajos pasados. Un verdadero testamento de la creatividad de estos músicos y una confirmación de su título como la banda más emocionante de esta década.

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