Matías Aguayo
The Visitor
Cómeme
80%
Por Davo Peñaloza
Si hay un artista latinoamericano que en los últimos años se ha codeado con la escena internacional es Matías Aguayo. Después de que en 2009 lanzó Ay Ay Ay, el santiaguino vagó por el mundo para realizar colaboraciones y hacerse de amigos; principalmente prestó su voz para canciones que tuvieron su respectivo éxito: “Ice Cream” de Battles, “Singular” de Discodeine, “Tanto” de Baio y “Right Kind” de Daniel Maloso. Cuatro año después Aguayo regresa para ponerle sabor al verano del 2013 con The Visitor, lanzado desde el sello propio del artista llamado Cómeme.
Los cuatro años que estuvo de trotamundos le sirvieron para darse cuenta la importancia que las computadoras tienen dentro de la música electrónica y cómo éstas son el pilar para la creación de la misma. A diferencia de los DJs convencionales, Matías Aguayo tuvo la idea de hacer un álbum en donde los loops no se utilizaran; hacer música electrónica pero sin ayuda de las computadoras. Es por eso que a lo largo de The Visitor, el fundador de Cómeme convocó a varios de sus amigos que conoció mientras estaba en Argentina, Colombia, Francia, México y Alemania (país en donde él y su disquera residen) para que entre todos formaran una gran banda y lograran un disco tocado tan solo por instrumentos.
The Visitor es un álbum de 12 canciones que tienen en común la percusión y las vivencias que Matías Aguayo ha tenido a lo largo de la vida. Cuando él era niño, tuvo que mudarse con sus papás a Alemania por la dictadura de Pinochet, pero antes vivió en Perú, país en donde las percusiones, dentro del llamado Perú Negro, son lo más importante. Por otro lado, la electrónica en Alemania es todo un estilo de vida, mismo que se refleja en esta obra. Sus letras son una especie de improvisaciones/rappeos/spoken-word en inglés, español y espanglish cantadas con el típico acento chileno exótico de Aguayo. También las percusiones africanas, así como el tribal que en México ha ganado popularidad han influenciado a este productor/vocalista.
Drum machines, guitarras, batería, samplers y sintetizadores, son algunos de los instrumentos que se usaron durante la grabación de The Visitor para lograr todas esas capas que provocan una atmósfera densa pero digerible al baile. Entre los 62 minutos que dura este álbum, diversas canciones son las que destacan; para comenzar está “Rrrr”, en la que al lado de Aérea Negrot de Hercules & Love Affair y Juliana Gattas de Miranda! canta y ronronea para dar inicio al baile. “Aonde” es un track que hace en colaboración con el DJ chileno Alejandro Paz, quien es fundamental en The Visitor para lograr el sonido de las percusiones electrónicas. Las canciones 8, 9 y 10 del disco están co-producidas por el mexicano Daniel Maloso (otro gran amigo de Matías); la primera es “El Camarón”, una exquisita pieza para mover el bote y alburear a las muchachas con la improvisación vocal del chileno. Otra es “Do You Wanna Work”, mucho más densa y clavada para entrar en trance; la tercera es “Levantate Diegors”, una especie de tribal experimental con un ritmo a destiempo pero a tiempo. Una de las mejores del disco es “Una fiesta diferente”, con la voz de la cubana Liset Alea de Nouvelle Vague, quien junto a la voz del santiaguino crean un excelente juego de rimas en donde hablan de cómo debe ser una buena fiesta.
Pero Aguayo también trabajó en solitario para otras canciones, tales como “Las Cruces”, inspirado en un viejo balneario chileno al que él aún frecuenta, “Llegó el Don” (o en otras palabras “Llegó Matías Aguayo”) y por supuesto el éxito de la temporada “El Sucu Tucu” que es una especie de “Chacarron” en una faceta cool y alternativa.
Pero la lista de amigos del ex Closer Musik no se queda ahí. En la producción fue fundamental el canadiense Scott Monieth, mejor conocido como Deadbeat, quien mezcló y coprodujo The Visitor; la batería y sintetizadores son del ruso Philipp Gorbachev, un viejo conocido por Aguayo por lanzar discos bajo el sello Cómeme y tocar la batería en Super Vato de Rebolledo. Muchas de las letras informales pero elegantes son responsabilidad de Jorge González, un experto en la escritura de letras; gracias a él líricas de canciones como “Las Cruces” y “Una fiesta diferente” logran sonar con una gran estructura gramatical.
The Visitor es un álbum que incita a un baile por momentos sucio y atrevido, característica que Matías Aguayo ha tenido desde el principio de su carrera musical. Por momentos más experimental, por momentos más cómico, pero lo que el fundador de Cómeme logra en su tercer álbum de estudio es plasmar sus vivencias y sus relaciones amistosas a lo largo de los últimos cuatro años para el deleite de los amantes de la música electrónica no convencional.






