David Lynch
The Big Dream
Sacred Bones
Calificación 95%
Por Milton Barboza
El nombre de David Lynch es sumamente conocido para los cinéfilos, ya que es uno de los realizadores más intensos, surrealistas, propositivos, transgresores e incluso desesperantes de la historia del séptimo arte.
Con su ópera prima, Eraserhead, Lynch logró catapultar su joven carrera y ser aclamado por la crítica de finales de los años setenta. Con el paso del tiempo, el director de origen estadounidense encontró en el cine el punto convergente de todas sus osadas ideas, para plasmarlas en imágenes desesperantes en cintas como Blue Velvet, Twin Peaks o Lost Highway, esta última con un claro acercamiento a la música, ya que incluyó en el casting a Henry Rollins, Marilyn Manson y Twiggy Ramirez.
Y precisamente en la música es donde Lynch ha encontrado otro lugar de intensa experimentación; a partir del nuevo milenio decidió aventurarse en este arte ganando adeptos con su peculiar sonido que va muy ligado al blues, pero no un blues tradicional, sino más “moderno” como él lo ha llamado, en donde escuchamos momentos intensos, devastadores.
Ese es el caso de su más reciente material, The Big Dream, un sueño que, genera atmósferas de incansables sentimientos encontrados, donde lo mismo hay tracks cuasi alegres como “Star Dream Girl” o “Last Call”, así como una pasada por los suburbios de la tristeza con “Cold Wind Blowin’” y hasta un cover a imprescindibles de la música como el caso de “The Ballad of Hollis Brown”, original de Bob Dylan.
“Wishin’ Well” regresa a formas etéreas convertidas en sonidos, aletargando el paso del tiempo hasta el punto de caer en un sueño despierto.
Lynch ha comentado que junto con el productor del disco, Dean Hurley, lograron que The Big Dream sonara de esta forma, gracias a que todo comenzó en un “jamming”, dando como resultado esta joya.
Pareciera que a sus 67 años, David Lynch es un joven creando historias actuales, sin dejar fuera de su entorno a ninguna generación de melómanos.
Las 12 canciones de este material son tal vez las piezas que faltaban en el rompecabezas de la carrera de uno de los mejores directores en la historia del cine y, ¿por qué no decirlo?, también un gran cantautor.
Si aún no escuchan el disco pueden hacerlo a través de Pitchfork Advance.