Foto Cortesía ZEPEDA BROS
Por Gus Morainslie
Los que han presenciado un show de Deftones sabrán que hay una química innegable entre el público y la banda; sin importar que se presenten en grandes festivales o en lugares más pequeños, su acto en vivo siempre se caracteriza por la entrega de una base de fans sólida y fiel. Pasan los años y los mismos grupos de amigos incondicionales se encuentran en cada concierto. El pasado miércoles en el Pepsi WTC Center no fue la excepción.
Le Butcherettes se presentó como antesala tras 4 años de ausencia en México; un set con tintes de performance, liderado por su vocalista Teri Gender Bender. Sus contorsiones arriba, abajo del escenario y sobre los fanáticos de las primeras filas y personal de seguridad preparaban la escena para el acto principal de la noche.
Minutos después, ante el primer contacto visual con Chino Moreno la gente se apretó como una ola hacia adelante, todos en busca de estar un poco más cerca del escenario. Deftones arranca con potencia. «Diamond Eyes» y «Rocket Skates« provocaron los primeros movimientos de headbanging. «Be Quiet and Drive (Far Away)« y «My Own Summer» hicieron brincar como hace más de 15 años en alguna fiesta de preparatoria.
El público canta, grita y salta al unísono; las chelas vuelan y el nombre de Chino es coreado una y otra vez. “You are the best fucking crowd” es la respuesta. Su sonrisa, su lenguaje corporal y su actitud genuina, muestran que es uno de los vocalistas más carismáticos y queridos en México.
Posteriormente pudimos escuchar canciones de «Koi No Yokan« intercaladas con el clásico White Pony. «Tempest», Digital Bath, Poltergeist y Passenger confirmaron 10 años de diferencia y distintas generaciones bajo un mismo techo.
“This one is for Chi Cheng” exclamó Chino ante una gran ovación y «Around the Fur« nos devolvía de nuevo al pasado. Instantes después Headup transformó el lugar en una batalla campal. El mosh pit se hizo cada vez más grande, la gente gritó y brincó lo más fuerte que pudo.
Encore que comienza con «Minerva»; breve pausa necesaria para recuperar energía. El público sabe que queda poco, sabe que lo que pasó en «Headup» fue sólo un ensayo para cerrar con las canciones que hace casi dos décadas los atrajeron a esta banda por primera vez: «Roots« y «7 Words« levantan la adrenalina al máximo nivel. El cierre perfecto para la noche y también para el tour que concluyó en nuestra ciudad y anuncia un nuevo álbum de estudio.
La banda se despide, las luces se encienden y la energía del moshpit da paso a fans desconocidos chocando en alto las palmas y abrazándose para celebrar tras compartir una vez más. Al final, se dan cuenta que no son tan desconocidos y que volverán a verse.