Wonder Where We Land
SBTRKT
Young Turks
89%
Por Roy Rojas
Quizá en un espacio casi en blanco (una hoja, una habitación o un planeta inhabitado) pueda ser el ambiente perfecto para que entre el nuevo álbum de Aaron Jerome, mejor conocido como SBTRKT, puesto que la propuesta de su sonido se encuentra en una amalgama de sonidos sintéticos y vibrantes tan bastos como para rellenar un vacío o poblar un país. Se trata de una pieza deforme y extraña, a ratos rápida, a ratos más lenta, constantemente inquietante.
Justo como su identidad (que en un principio se mantenían en secreto), la música de este inglés, en este álbum, es falsa en tanto se muestra de una manera y, en realidad, es de otra. Acaso es una paradoja sonora. Más allá de la suma de posibilidades que incluyen house, techno, dub, 2step (y que no es algo que únicamente él esté construyendo), Wonder Where We Land es un ente indescriptible (pero no es el único en esta época de velocidad agitada que nos trajo Internet). Esto es porque así ha sido pensado. SBTRKT comentó al periodista Tristan Parker en 2011: “pertenecer a cierta escena electrónica te hace sacar sencillos con un sonido singular o con una marca, para mí se trata de estar feliz con las canciones y entrar en nuevos territorios. No quiero escribir canciones que sea identificables con un género o que se ajusten al promedio de lo que se toca en los clubs”.
Lo ha logrado.
Construir este sonido, que ha cambiado en comparación con su LP homónimo, le ha tomado tres años en los cuales, podremos suponer, ha estado trabajando lo suficiente como para publicar en 2014 tres EP’s bajo los nombres Transitions I, II y III; y su segundo LP, estructurado con 15 temas entre los cuales ha incluido a Ezra Koenig de Vampire Weekend, Sampha, Jessie Ware, Warpaint, Rauri, Koreless, Caroline Polachek y A$AP FERG.
El nuevo aparato sonoro, máquina de ritmos, podría tener como caracteristicas la complejidad de las canciones debido a las distintas capaz de sonido y, paradójicamente, la sencillez; además de moverse hacia cualquier dirección, todo el tiempo hay una propuesta, un camino; y de contener diferentes elementos sorpresa.
¿A partir de qué se forma el sonido de este álbum? De lo sencillo. De pequeños beats, de muchos beats, cientos de ellos que se integran para formar algo mayor; lo cual, en esta relación de sencillo/complejo, nos lleva y trae de vuelta durante casi los 15 temas, salvo por “If It happens”. Pese a no ser una elaboración compleja, este track contiene el elemento característico de Wonder Where We Land, lo simple. Dos elementos lo integran: un piano y la voz encantadora de Sampha en un minuto con 32 segundos.
Si es cierto que Dios está en los detalles, notamos que las canciones son más breves que en otras entregas. Una voluntad de síntesis, de compactar, de no exagerar en el tiempo de duración, de no exigir un viaje largo, sino breve y eficaz.
Aquí todo se reduce a una contradicción en el sonido como en el artista detrás de éste. SBTRKT adoptó este nombre para que las personas nos concentráramos en su música y no en su figura, pero como aquello que se mantiene oculto resulta más atractivo que lo mostrado en su totalidad, mucho del hype que tuvo en su debut fue, precisamente, a partir de saber quién estaba detrás de la máscara; sus canciones son complejas a partir de lo sencillo sin que haya una relación de menor a mayor, la suma de todas las partes no da como resultado un total. Es una igualdad en la que presenciamos los sonidos singulares como los entramados que forman. Una extraña ecuación sonora que se exhibirá para todo aquellos que asistan al Corona Capital 2014 para averiguar cuál será el resultado de esta operación musical. Una que vale la pena observar.