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COBERTURA

Belle & Sebastian en el Radio City Music Hall de Nueva York

Belle and Sebastian

Por Francesca Beltran / @franbeltran

Con casi veinte años de trayectoria bajo el brazo, el grupo Escocés Belle and Sebastian está más que listo para un cambio. El lanzamiento de su más reciente álbum, Girls In Peacetime Want To Dance (Matador, 2015) mostró un latente interés por acercarse a un género más movido y su show éste Miércoles en el Radio City Music Hall en Nueva York lo reforzó.

La banda, que ha sido mayormente reconocida por su sonido anhelante y nostálgico, no escatimo en visuales, coreografías y un extraordinario sentido del humor, para rendirle tributo al título del álbum y asegurarse de que todos los presentes bailaran y se divirtieran. Con un excelente setlist que combinó antiguos éxitos con nuevos sencillos, el sexteto nos regaló una noche magnífica, gracias principalmente a la evidente devoción que el grupo le rinde a sus fans y a la música.

El concierto comenzó con ¨Nobody’s Empire,” la canción más personal que Stuart Murdoch ha escrito jamás y que habla de su incansable lucha contra el síndrome de fatiga crónica, la cual irónicamente resultó en los mundos narrativos que acompañan sus melódicas composiciones. Apoyado por visuales que variaban desde niños jugando hasta escenas de guerra, una vez más, Belle and Sebastian destacó por su capacidad de ser sombrío, alegre, e inspirador al mismo tiempo.

Entre los éxitos más aplaudidos estuvieron, “I’m A Cuckoo,” “If You’re Feeling Sinister,” “Dear Catastrophe Waitress” y “Piazza, New York Catcher,” que Murdoch encantadóramente le dedicó a su esposa. Por otro lado, “The Party Line,” “Allie,” ¨Perfect Couples,” y “The Cat With The Cream” fueron los dignos representantes de su más reciente material. Como al parecer seis talentosos multi-instrumentalistas no son suficiente, la banda venia acompañada de un grupo de músicos invitados y de cuatro bailarinas que ejecutaban rutinas en las canciones más animadas.

Era tal la euforia de Murdoch que durante la aclamada rendición de “The Boy With The Arab Strap” el cantante se bajo del escenario para cantarle cara a cara a algunos afortunados, y regresó al escenario acompañado de una decena de emocionados fans que bailaron alrededor de la banda mientras ésta interpretaba, “I Didn’t See It Coming.” El encore comenzó con “Lazy Line Painter Jane,” en compañía de Dee Dee de Dum Dum Girls y el adorado grupo se despidió con “Judy And The Dream Of Horses,” dejando al público con una sonrisa de oreja a oreja.

Hace ya tiempo que Belle and Sebastian se dio a conocer por sus enigmáticas presentaciones, pero incluso hoy que la banda nos presenta su más grande producción, es claro que el éxito de sus shows se debe ante todo a la extraordinaria calidad de su música. ¿Que Belle and Sebastian quiere convertirse un grupo pop? Tal vez sí, tal vez no; pero una banda con talento y que inspira tal devoción puede elegir hacer eso y mucho más.

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