Born In The Echoes
The Chemical Brothers
Astralwerks
80%
Por Elizabeth Muñoz
Cinco años tuvieron que pasar para poder escuchar el nuevo material de The Chemical Brothers, tiempo en el que nos abrigamos bajo el recuerdo de Further (2010) y el soundtrack que realizaron para la película Hanna en el 2011, pero sabíamos perfectamente que eso no sería suficiente después de un tiempo.
Este año, por fin, Tom Rowlands y Ed Simons regresaron a destruir escenarios, consolas, oídos y cerebros con su álbum Born In The Echoes, que cuentan con tintes electrónicos distintivos de este par y que por momentos nos recuerda a qué sonaban los 90’s cuando nos dejaban escuchar su Dig Your Own Hole (1997).
El disco por obvias razones prometía mucho; siempre que alguna personalidad tiene una larga etapa de “descanso” las expectativas comienzan a ser cada vez más altas y si a esto sumamos el hecho de que sabíamos que Born in The Echoes contaría con las colaboraciones de Beck y St. Vincent, el nivel de ansiedad y emoción se duplicó de inmediato.
Para terminar con esa emoción o más bien transformarla en energía atómica llega “Sometimes I Feel So Deserted”, track encargado de abrir el disco y de subir la intensidad a medida que se desarrolla, permitiendo espacios que dan lugar a un respiro para después volver a los intensos beats dignos de un regreso triunfal.
“Go” una de las más destacadas del álbum, con la participación en las vocales de Q-Tip, en definitiva se posicionará como una de las mejores canciones del año debido a su potencia que recrea un ambiente de éxtasis durante sus cuatro minutos de duración.
“EML Ritual” y “I’ll See You There”, por su parte, reflejan el clásico espíritu de este dúo: mezclas y ritmos non stop que no dan cabida al cansancio, elementales para cualquier fiesta destructiva.
Ya con un poco menos de vivacidad se encuentra “Just Bang”, “Reflexion”, “Taste of Honey” y la misma “Born in the Echoes”, la cual esperaríamos que sobresaliera dentro de esta placa ya que en ella recae el nombre del disco pero se ve encapsulada bajo una misma línea de ritmos que no termina por reventar causando, incluso, que la voz de la bella Cate Le Bon se pierda entre los efectos en vez de destacar.
El disco abre y cierra perfectamente; mientras la entrada te invita a volarte los sesos, “Wide Open”, última pieza de este material, calma poco a poco la histeria provocada por los ritmos ya escuchados. Bajo el mando de Beck esta canción complementa un disco que va desde el beat más intenso hasta una melodía ligera; en pocas palabras The Chemical Brothers, lo hizo de nuevo, creó una de las piezas más representativas del año que no podrás sacar de tu cabeza.