Por: Diego Álvarez Rex
Una de esas bandas que es difícil no entender el porqué no se han vuelto tan masivos como The National o Arcade Fire, más sí tomamos en cuenta la complejidad tanto de sus letras, sus acordes, el arte que procuran para sus lanzamientos y sobre todo el cariño con que hacen una suerte de pop de cámara único.
The Dears traen su séptima placa de estudio a tan solo unos días de haberse lanzado bajo el sello Dangerbird en colaboración con Paperbag con la gracia de traerles devuelta a nuestro país tras una fugaz aparición acústica hace cinco años y siete desde aquella vez que grabara tanto en audio como en video su residencia en Pasagüero.
Natalia Yanchack, junto con su esposo y mitad creativa Murray Lightburn son la única dupla estable en la banda, siendo la primera con quien tuvimos oportunidad de conversar sobre el estado actual de la industria desde su punto de vista, lo que hay detrás del nuevo lanzamiento y que esperar a su esperado regreso a nuestra capital.
Tengo la mala noticia que, justamente este año, sucumbimos ante ese artilugio del marketing. Para esta edición del festival Pop Montreal estaremos tocando “No Cities Left” con toda una orquesta y un coro (ríe). Pero por supuesto, hemos entrado siempre en conflicto al momento de caer en la nostalgia y ser parte de esa tendencia. Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, pero ofrecernos para hacer esas cosas como toda una gira o vivir de viejas glorias no es como nos interesa que la gente consuma nuestra música.
F: Sobre el tema en que la gente consume música, ¿sí fuera por ustedes quitarían su música de todas las plataformas de escucha en línea? Hay artistas que alaban esos servicios mientras que unos les han declarado la guerra. Siendo honestos, ¿de qué lado está The Dears?
Uff, bueno. Sé que Murray ha sido muy directo con algunos de sus comentarios sobre ellos, y en mi caso tengo un gran problema más sobre la manera en como está influenciando a las nuevas generaciones a consumir música. Estas plataformas de tratan de puras listas de reproducción “curadas” por los editores que tiran a la basura todo el trabajo de un LP por seleccionar una canción que eventualmente es la que los usuarios terminan conociendo y haciendo a un lado el resto del álbum.
F: En tema de su nuevo lanzamiento, ¿el volverlo dos partes en vez de un álbum doble fue igual una decisión por el bien de su presencia mediática?
Precisamente. Como sabrás, gracias a las redes sociales puedes lanzar un sencillo y en menos de un parpadeo ya hay algo más que está reemplazando tu lanzamiento ya que se trata de inmediatez a un nivel de locura. La primera y segunda parte de Times Infinity se compuso como un todo pero preferimos mejor lanzar uno, girarlo, y repetir la dinámica para no perder “vigencia”. Ya estamos más adentrados en el marketing moderno (ríe).
Justo la influencia de estas plataformas digitales para ser un artista de la semana y luego desaparecer por no estar ajustado a las demandas de este consumo que ellos mismos han creado es algo que me tiene muy en conflicto… pero vaya, no somos Radiohead o Adele para darnos el lujo de desaparecer de un día para otro.
F: ¿De dónde salió la portada del nuevo álbum? Es una fotografía que transmite mucho.
Es una fotografía que ahora que lo pienso, sí fue muy extraño que hayamos terminado eligiéndola… pero bueno, es una fotografía, algo así como una selfie que Murray y yo nos tomamos durante nuestras primeras salidas como novios. Fue hace 18 años esa foto que tomamos con una 45mm, ¡podrás ver que mi cabello aún tenía color! De alguna manera, representa justo el título del álbum, porque captura el título “Veces infinitas”, pero aquí es decir “te amo” en tiempo infinito.
F: Estos últimos meses ha sido un poco infame para artistas de Europa y América Latina que intentan girar EUA y se han encontrado con una frontera cada vez más difícil y estrecha, ¿para los canadienses qué tanto ha cambiado la entrada a EUA?
Nosotros pasamos por las mismas inseguridades que cualquier extranjero que intenta girar EUA. Tenemos que tramitar una visa, así como garantizar los gastos de la misma que, inclusive después de conseguirla sus clausulas son que ni siquiera con es documento se te garantiza la entrada..
Llevamos precisamente más de seis meses de no tocar en EUA y estamos conscientes que puede ser cada vez más aprehensivos con las visitas foráneas, más porque tenemos a un negro en la banda (ríe).
Esa columna fomenta una actitud descarada y “fresca” en los artistas. Es ya muy común en los medios hoy día que te pregunten cómo te gusta tu pizza, sí usas calcetines con sandalias y tonterías así. Yo puedo hacer un chiste, me gusta hacer chistes, ¿sí demerita a los artistas? Depende cómo lo veas, a mí no me molesta.
F: Traerán un set especial para México o se mantendrán apegados a lo que han venido tocando durante toda la gira.
No creo que cambiemos gran cosa del set. No somos muy de complacencias y estar obsesionados con que la gente escuche todos los sencillos. Nos permitimos improvisar y visitar al menos con una canción todo el catalogo. Dejamos hasta cierto punto que todo sea más al azar.
Desde nuestra primera visita la esencia y energía de la gente nos llenó de vida nueva. Nos atrapó y nos inspiró como banda de una manera que nadie más ha podido. Grabamos precisamente un documental y álbum en vivo en la ciudad para capturar esa actitud. Traeremos una alineación un poco diferente a la vez pasada. Ya no toca Patrick Krief con nosotros aunque sí fue parte de las grabaciones, aunque traemos a Steve que es un gran, gran guitarrista, Jeff como siempre en la batería, pero habrá nuevas caras en bajo y teclado.
¿Sabes? Sí de algo nos ha servido eso de las plataformas de escucha en línea es de menos para saber qué canciones la gente escucha más, pero siempre nos dan resultados muy extraños, ¿”I Feel Deep”? ¿En serio? (ríe).