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COBERTURA

Infinite Content Tour: Arcade Fire en Las Vegas

Por Karla GV

Expectación y nervios. Así se sentía el ambiente el domingo 22 de octubre en el Events Center del hotel Mandalay Bay desde las 19:00hrs que se abrieron las puertas para el concierto de Arcade Fire en Las Vegas, como parte del Infinite Content Tour que promociona su más reciente material discográfico Everything Now.

Y no era para menos. Por un lado y en lo general, era el primer concierto de mayor escala tras el trágico tiroteo sucedido veinte días atrás a unos metros del recinto y la seguridad estaba al máximo: cuatro filtros de revisión y revisiones completas de forma aleatoria hacían recordar lo sucedido. Por otro lado, y ya particularmente hablando de la banda, el recibimiento de su último disco no fue muy bueno. Tuvo críticas negativas (en comparación a sus discos anteriores) y dejó a muchos un poco decepcionados con el material, a tal punto que se comentaba que era el principio del fin de la banda. Con todo esto en mente, todos entramos expectantes al concierto.

A las 20:00hrs, Angel Olsen tomó el escenario para abrir el evento. Con su particular estilo musical y el sentimiento de sus canciones, esta telonera de lujo hipnotizó a los asistentes con su hermosa voz y su capacidad interpretativa, teniendo a todos totalmente absortos durante los 30 minutos que duró su presentación. Después de despedirse y agradecer el buen recibimiento de la gente, no había más que esperar a que Arcade Fire hiciera lo suyo en el escenario.

Anuncios tipo infomerciales que promocionaban artículos como gotas para ojos «Electric Blue», playeras polo «Peter Pan», cereal «Creature Comfort» y hasta una kiss cam de «Chemistry» entretenían a la gente mientras los técnicos alistaban el escenario para recibir a la banda. La emoción estalló cuando una imagen del símbolo de infinito seguido de la leyenda ‘Buffering… ‘ se presentó en la pantalla, ya que faltaba poco para que el show comenzara y así fue.

Con una presentación al estilo de pelea de box (porque Vegas baby) y entrando entre los cientos de asistentes de la sección de pista, Arcade Fire subió al escenario para arrancar su show con “Everything Now (Continued)” y posteriormente “Everything Now”, el primer sencillo de su último álbum.

Siguió “Signs of life” algo floja pero que sirvió como preparación para lo que venía: “Rebellion (Lies)” con su ya característica explosión de energía tanto para la banda como para los asistentes y “Here Comes the Night Time” que puso a todos a bailar. El ‘boom’ de la noche nos llegó muy rápido, ya que tocaron “Keep the Car Running” seguida de “No Cars Go” que sin duda a más de uno nos dieron escalofríos por la maestría en la interpretación de canciones cuyos arreglos son lo que les dan esa magia que caracteriza a los canadienses.

Y ese ‘boom’ no paró sino que cobró más fuerza. Regine se apoderó del escenario para cantar “Electric Blue”, bañada en luces azules que se esparcían por todos lados y hacían de telón perfecto para acompañar su hermosa interpretación. Del azul nos pasamos al verde, ya que comenzaba “Put Your Money On Me” y su característica línea de bajo que nos recuerda el sonido de los ochentas, fuerte inspiración para la vibra del nuevo disco.

Se apagan las luces y sólo queda prendida la pantalla con un anuncio ‘Please turn on your lights’, a lo que todo el público hace caso. Con cientos de puntitos luminosos flotando, comienza “Neon Bible” para marcar el inicio del momento íntimo de la noche. Se siguen con “Neighborhood #1 (Tunnels)” que ya es un himno y saca el sentimiento de todos a tope, incluso a la banda se le nota el cariño hacia esta canción al interpretarla.

“Ésta casi no la tocamos, esperemos que nos salga” – dice Will Butler, vocalista de la banda, al presentar “Crown of Love” otra de las consentidas de todos los fans y una de las dos sorpresas del setlist, ya que pocas veces la tocan en vivo.

“Gracias por estar aquí esta noche” – dice nuevamente Will – “Después de la estupidez que sucedió hace unos días – haciendo alusión al tiroteo – es importante demostrar que no tenemos miedo y que somos mejores que eso (…) A todos aquellos que fueron afectados, esta canción es para ustedes”

Toma asiento en su piano y comienza a sonar “The Suburbs” y “The Suburbs Continued” acompañados del video del sencillo en las pantallas. La energía vuelve a subir cuando comienzan los acordes de “Ready to Start” y todo explota cuando “Sprawl II (Mountains Beyond Mountains)” (la segunda sorpresa del setlist) suena a voz de Regine en todo el escenario. Se siguen “Reflektor”, “Afterlife” – interpretada por un Will Butler recostado en el suelo entre los asistentes de pista – “Creature Comfort” y como cierre “Neighborhood #3 (Power Out)” para mantener la energía a todo lo que da.

Se hace una pausa, la banda se retira y a los pocos minutos regresan, nuevamente se abren paso entre la gente y comienza “We Don’t Deserve Love” con Will cantando entre los asistentes de pista. Los canadienses se preparan para despedirse tocando “Everything Now (Continued)”, algo tranquilo porque guardaban su energía para cerrar con un himno: “Wake Up”, que fue el broche de oro para una excelente presentación.

Arcade Fire demostró que es una banda de las grandes. Su setlist no pudo ser más acertado, fue el recuento perfecto de su trayectoria y una demostración de la gran evolución y madurez que han tenido como músicos y agrupación; tiene mucho sentido escuchar las mejores canciones de cada uno de sus discos en forma conjunta porque muestran la genialidad y el talento con el que cuentan para crear música.

Sin duda ver a esta banda en vivo más que un concierto es un deleite para sus fans y cualquiera que disfrute de la buena música, y con lo que están haciendo en su Infinite Content Tour, sin duda hay Arcade Fire para rato.

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