Por Tonatiuh Olvera (Jergas)
SXSW es un festival multidisciplinario que sucede en Austin, Texas, cada año desde 1987. Su cartel se divide en música, cine, tecnologías interactivas, y recientemente, videojuegos. El festival se caracteriza por haber lanzado actos musicales cuando eran totalmente desconocidos y ahora son un éxito, como Skrillex, Katy Perry y hasta The Strokes.
South By empezó su primer año con una asistencia registrada de 700 personas, actualmente ese número es de 51,000 personas registradas, aunque sin duda hay muchas más personas asistiendo sin registro dado que la ciudad completa es el “escenario”.
¿Cómo reseñar el festival más grande de su tipo en el mundo? Imposible. Más de 2,000 bandas de todos géneros se presentan en los foros, bares, patios y casas de Austin.
Así que la mejor manera de reflejar lo que significa asistir a SXSW, es contándoles mi experiencia particular en este, mi cuarto año consecutivo.
Martes 13
Mi grupo de acompañantes consintió de cuatro amigos cercanos. Llegamos martes 13, rentamos una casa a pasos de Waterloo Records, una de las mejores tiendas de discos de Austin. Al entrar ves que el local, ubicado en una atractiva esquina, está dividido en dos grandes secciones: CDs y vinilos. En cada una de ellas puedes encontrar más artículos, como playeras, tocadiscos, libros, películas, pines, etc. Es muy probable que si entras, salgas con algo en las manos.
El clima en Austin puede ser extremo entre la humedad y el calor árido del desierto. Ese día era cómodo caminar, así que lo hicimos para llegar a HopDoddys, un restaurante de hamburguesas bastante bueno. Ordené una El Diablo: carne con tocino, tres tipos de chile y cebolla caramelizada, junto con una limonada del bar.
El acto destacado del primer día fue Jordan Rakei, australiano de apenas 25 años, representante del RnB, que pisó escenario solamente acompañado de un baterista. El resto de los sonidos salían de su teclado y caja de ritmos. El lugar fue Elysium, un foro oscuro para unas 100 personas, con una barra discreta y zona de máquinas de pinball.
El lugar idóneo para los ritmos sensuales que Rakei dominó esa noche. Gran forma de empezar SXSW 2018.
Miércoles 14
El segundo día tuvo como primer acto el ir a comer a Gordough’s, siempre me lo habían recomendado pero hasta ahora pude cumplir la recomendación. Se define como un restaurante donde puedes pedir cosas atascadas, engordadoras, siempre y sin excepción, sobre o entre una dona gigante. Ordené el Italian Stallion en honor a Rocky, pechuga de pollo empanizada, gratinada y cubierta con salsa marinada sobre su respectiva dona. Se vende sola.
En la música destacó el set de Dan The Automator Nakamura, una leyenda de culto del tornamesismo, mejor conocido por ser de las cabezas que produjeron junto a Damon Albarn el primer disco de Gorillaz.
Su selección musical reflejó fielmente el estilo que imprimió en el debut de ese proyecto, un hip hop con tendencias al jazz y el funk.
Entre las piezas que mezcló destacaron remixes a Gorillaz y temas poco conocidos de Del Tha Funky Homosapien, también colaborador de la banda.
Jueves 15
Llegó el tercer y con él, la parada obligada en Iron Works, especializados en una de las cocinas que mejor representan a Austin, el BBQ.
Es una cabaña ubicada a un costado del Austin Convention Center, un sitio apenas visible entre las grandes figuras arquitectónicas, parece aferrarse a no desaparecer. Al entrar, notas que todas las paredes están llenas de decoración como neones y fotografías de famosos que han comido allí (Diego Luna entre ellos).
Se pide y luego se paga. Ordenamos tres samplers, el platillo incluye un poco de lo mejor: brisket, salchicha, costilla, y dos acompañantes, ya sea elote dulce, ensalada de col, o mac and cheese.
Esa noche vi en vivo a una banda que me había llamado la atención un par de meses atrás, Ezra Collective, un ensamble de jazz de cinco integrantes bastante jóvenes, alrededor de 22-23 años. Tocaron en The Main II, una bodega ambientada como foro, sobre una de las avenidas más concurridas de Austin, Red River.
Su show comenzó cuando el bajista subió solo al escenario. Empezó por marcar una línea musical. Uno a uno de los músicos fueron subiendo y uniéndose al ritmo con sus respectivos instrumentos: teclado, batería, trompeta y saxofón.
Ezra Collective es uno de esos grupos que ha traído juventud y nueva energía que tanto ha necesitado el jazz. Disparan energía y te hacen bailar. Sin duda estamos ante un grupo que explotará pronto.
Viernes 16
El fin de semana comenzó en Josephine’s House, que como su nombre lo dice, es una casa convertida en cocina, con mesas en la entrada, sala y patio trasero. El estilo de cocina es simple pero elegante, platillos sin pretensión pero con mucho sabor. Cortes, pescado, carnes frías y queso.
Salimos con el estómago lleno y listo para el showcase de Ache, que desde hace ocho años ha llevado a Austin una selección de música en español. El cartel de este año incluyó a Stefficrown, Girl Ultra, que poco a poco se va consolidando como una realidad del RnB y nos regaló un set de pura sensualidad.
Cerraron la noche el nuevo proyecto de Toy Selectah, Booms & Claps, que no se alejan de la combinación de ritmos latinos y electrónica que el DJ ha perfeccionado desde hace dos décadas; y los Ghetto Kids, mexicanos que han llegado a festivales internacionales con su dembow y moombahton de gran calidad.
Sábado 17
Nuestro último día en el festival comenzó con una comida en 24 Diner, un lugar de cocina americana clásica con un toque fresco. Puedes ordenar desde un Chicken & Waffles hasta unos huevos benedictinos. Acompañarlos con tocino, salchichas o jugo de naranja. Es ir a la segura pero sin ser conformista.
Cerramos la semana musical con un concierto de Albert Hammond Jr., quien presentó su cuarto disco solita Francis Trouble. El show comenzó con mucha energía, Hammond Jr. salió brincando desde un amplificador, corría por todo el escenario, bailando con sus músicos, sonriendo al público, columpiándose de la carpa.
La gente en el patio del Lustre Pearl estaba feliz al reconocer la esencia que Albert le ha dado a The Strokes, banda por la que es más popular.
Así termina una edición del que es uno de los mejores festivales de música en el mundo. Si alguna vez tienen la oportunidad de ir a SXSW, no la dejen pasar. Vivirán una experiencia sin igual porque de verdad que no hay otro evento que si quiera se le acerque.
La comida y gente local es cálida, los extrañas una vez que estás lejos. Deseando que pronto llegue un nuevo marzo y con él, de nuevo el South By.