Si, quizá apenas han pasado seis meses, pero éste es un buen momento para hacer una retrospectiva con los discos que aparecieron durante la primera mitad del año, ya que puede que al no estar tan al pendiente de lo que sucede todos los días por sus agendas personales, es probable que se les estén pasando lanzamientos que necesitan agregar a su biblioteca musical.
Por esa simple y sencilla razón, nos complace compartir con ustedes nuestra tradicional lista con los mejores discos de lo que va de 2018, principalmente porque a partir de éste momento inicia la competencia con los materiales que se encargarán de musicalizar nuestra existencia en la recta final del año, entre los que se encuentra el esperado regreso de My Bloody Valentine, Animal Collective, The Smashing Pumpkins, James Blake, Brockhampton, Chromatics y muchos muchos muchos otros más.
Si piensan que nos faltó algo, quieren compartir su top personal o solo quieren echar hate, no duden en hacerlo en @FILTERMexico y /FILTERMexico.
30. Drake – Scorpion
Es difícil pensar en Drake como un tipo especializado en hip hop, ya que hay que reconocer que su destreza para rapear no es la mejor de todas. Sin embargo, cuando hace uso de sus cuerdas vocales para fortalecer su faceta más dulce y pop le termina dando un toque más especial a sus narrativas, que en esta ocasión hasta contaron con el respaldo de Jay Z.
Scorpion no es la adición más impresionante en el catálogo de Drake, pero si es un álbum donde aprovecha la oportunidad para reafirmar la importancia que tiene y que seguirá teniendo dentro del circuito del hip hop norteamericano.
29. Rhye – Blood
No es muy común tener un disco de Rhye, ya que incluso el tiempo que pasó desde el lanzamiento de Woman nos hizo pensar que Milosh no tenía el interés de hacer un nuevo disco con la banda y por ende seguiríamos escuchando las mismas canciones una y otra vez…
Afortunadamente eso no pasó y con esta producción Milosh volvió a recurrir al fuerte sentimiento que ha construido con su esposa, mismo que en el pasado sirvió para darle vida a sus discos como solista. Digamos que en Blood tenemos acceso al lado más íntimo, pasional y estructurado de Rhye, ya que gracias al álbum podemos confirmar que el poder de seducción que proyectaron en su debut no solo fue pasajero; aún hay más por venir.
28. Nine Inch Nails – Bad Witch
Aunque inicialmente fue considerado un EP, Trent Reznor salió a decir que eso le quitaba importancia a su contenido y que por esa razón debía ser tomado en cuenta como un álbum. ¿Y saben qué? Tiene la razón, ya que en Bad Witch hay escenarios bastante sombríos que se encargan de mostrarnos el lado más arriesgado de la banda, principalmente en el uso vocal de Trent, ya que desde «God Break Down The Door» dejó muy en claro que tenía la ambición de probar algo completamente diferente (o que no hubiera hecho en el pasado).
Bad Witch es Nine Inch Nails en su faceta más experimental, solo que con un grado de consciencia mayor. Es decir, antes experimentaban con elementos electrónicos para ir moldeando su personalidad como si fuera un pedazo de barro y en esta ocasión, esa artesanía que estaban construyendo finalmente se muestra ante nosotros con pies y cabeza. Como un gigante que no necesita recurrir a grandes fórmulas para demostrar de qué está hecho; su presencia es suficiente para provocar un escalofrío en la piel.
27. JPEGMAFIA – Veteran
Directo desde Baltimore llega uno de los raperos que está poniendo en alto la cultura urbana de su tierra natal. Con solo 28 años, JPEGMAFIA se enfrenta al estado en el que se encuentra la política alrededor del mundo con una actitud que impone gracias a los riesgos que decide correr en cada una de sus líneas.
Veteran es su cuarto álbum de estudio y en él no solo hace uso de su pensamiento para exponer su visión personal de la política y la sociedad, sino que además es capaz de reinventarse a sí mismo con cada tema. ¿Cómo? Pues al incorporar sampleos que reimaginan el espíritu de la vieja escuela del rap.
26. Rejjie Snow – Dear Annie
Si hablamos de personas que se están reinventando desde sus primeras grabaciones, podemos tomar como un ejemplo muy claro de lo que sucede actualmente a Rejjie Snow, una chica proveniente de Irlanda que a su corta edad optó por hacer un hip hop que se impone con mucha facilidad, citando como a una de sus más grandes influencias a N.E.R.D.
Aunque en ocasiones da la sensación de que aún tiene ideas muy inocentes que limitan los alcances que puede tener su música, Dear Annie deja abierto un mundo de posibilidades que hacen que su crecimiento como artista sea muy emocionante.
25. Snail Mail – Lush
Lindsey Jordan no tiene ni 20 años y ya hizo uno de los discos más importantes de la década. ¿Suena exagerado? Si escuchan Lush con claridad, sabrán que no es así, ya que está tomando las bases que establecieron la música alt de los 90 para inyectarles un toque de frescura y con ello tratar de construir su propio imperio de guitarras, letras dulces y emociones que nos hacen pensar en una habitación repleta de posters y pins, al más puro estilo de los 90.
Las emociones son claras, el mensaje es directo y la producción tiene texturas muy pulcras que dejan al descubierto el poderío en ascenso de Snail Mail.
24. Leon Bridges – Hot Games Music
Teniendo un impulso artístico dominado por la música de los 60, Leon Bridges compone canciones que tratan de hacerle justicia al soul de la vieja escuela.
Si bien tampoco es un purista, su reinterpretación del género se asemeja a la de un remake cinematográfico que puede ser una catástrofe. Para suerte de Bridges, sabe cómo salir ileso de esos escenarios gracias al encanto gospel que utiliza en Hot Games Music para presumir su encanto vocal..
23. Father John Misty – God’s Favorite Customer
Josh Tillman es un showman. Al tipo le gusta el drama y sabe cómo hacer uso de su álter ego para sacar lo mejor de si mismo como músico y compositor. Ya saben, quién iba a decir que la persona que aparecía al fondo del escenario con Fleet Foxes iba a ser un actor que nos hace parte de su propia novela.
Por momentos God’s Favorite Customer tiende a ser un poco lento, pero si algo nos ha demostrado Father John Misty a lo largo de los años, es que sabe hacer uso de los espacios en blanco para alimentar las historias que en vivo son representadas como una obra de teatro.
22. Young Fathers – Cocoa Sugar
Si no han tenido la fortuna de ver a Young Fathers en vivo, les recomendamos que los pesquen en cualquier chance que tengan, ya que tienen uno de los shows más potentes que hay en la actualidad y eso lo dejaron muy en claro durante su visita al Corona Capital.
Lo mejor de todo es que la banda logra proyectar esas emociones en su formato de estudio. Es un acto muy completo y a veces parece que nada es imposible para ellos, tal y como se puede apreciar en Cocoa Sugar con una mezcla de estilos que pone de lleno a Young Fathers como uno de los mejores proyectos de Escocia.
21. DJ Koze – Knock Knock
¿Necesitamos decir algo en especifico sobre DJ Koze? El productor tiene clase, porte y en estos momentos sus habilidades para componer un ensamble musical pasan a segundo término, principalmente por la maestría que domina al momento de mezclar.
En Knock Knock nos hace parte de una de sus más grandes fantasías. Es una narrativa musical que explora los terrenos del house, el R&B y un poco de trip hop, todo con la finalidad de satisfacer los deseos que teníamos de escuchar algo nuevo después de los 5 años que pasaron del lanzamiento de Amygdala.
20. Unknown Mortal Orchestra – Sex & Food
Unknown Mortal Orchestra ya tiene un distintivo que logra separarlos a la perfección de toda la camada de bandas que juegan con las dulces texturas de la psicodelía. Eso se debe a que Ruban Nielson usa la misma fórmula en cada uno de sus discos y por ende la monotonía musical ha provocado que UMO sea ni más ni menos que un género.
Luego de haber estado jugando con las narrativas del poliamor, en Sex & Food nos encontramos con canciones donde Ruban entabla conversaciones existenciales sobre el amor verdadero y la indiferencia que existe alrededor de los sentimientos en la actualidad. Eso de la mano de las texturas lo-fi que encontramos en la producción del disco, nos presenta una sólida colección de canciones que exhibe lo mejor de la banda.
19. Junglepussy – JP3
2018 es el año donde los artistas más jóvenes están pasando por un momento crucial que definitivamente estará influyendo mucho en su futuro. Por ejemplo, Junglepussy inició su carrera a una edad bastante temprana y en se momento utilizaba el arte urbano para liberar la tensión y las frustraciones que se iban acumulando en su interior por el trato que recibe la gente de color, principalmente en el caso de las mujeres.
En JP3 no solo se mantiene fiel a sus ideales, sino que muestra un pensamiento más claro gracias a los conocimientos que ha tenido de sí misma. Esa retroalimentación personal hace que en el disco aparezcan canciones con más melodías, secuencias verbales y rimas que abordan el sexo sin complicarse la existencia.
18. Them Are Us Too – Amends
Amends es uno de los discos más hermosos que han aparecido en lo que va de la década y al mismo tiempo, es de los más dolorosos. Es una carta de despedida; sirve como el requiem perfecto para una banda que se vio afectada por la muerte de Cash Askew. Una pérdida que intervino directamente en el desarrollo de un proyecto muy honesto, de mucho corazón, de mucho espíritu y que era capaz de hacernos suspirar por medio de la angelical voz de Kennedy Ashlyn.
Y si, justamente ella fue la encagada de concluir el trabajo que inició con Cash. Es por eso que su presencia es fundamental en Amends, aún con las aportaciones que tuvo su padre al momento de entrar al estudio con Kennedy y producir este material, el singular estilo que tenía para diseñar un escape sonoro que se sintiera como si estuviéramos soñando sobre una gélida nube en el cielo es lo que provoca que éste sea el final más glorioso, cautivante y perfecto de Them Are Us Too.
17. Courtney Barnett – Tell Me How You Really Feel
Courtney Barnett se está sincerando con nosotros en su segundo álbum y se muestra en su forma más pura y transparente. Digamos que con Tell Me How You Really Feel buscó la manera de eliminar esa imagen tan abrumadora que se fue construyendo a raíz de su álbum debut, para dejar muy en claro que la fama y la atención no se le subió a la cabeza, sino que eso la hizo reflexionar sobre la vulnerabilidad de las personas.
El hecho de no tener las palabras adecuadas para brindar un respaldo o un confort emocional, es algo que aborda directamente en esta producción para que podamos afrontar nuestros errores y seguir adelante con un poco más de sabiduría.
16. Sleep – The Sciences
Todo aquel que diga que estaba seguro de que tendríamos un álbum de Sleep en 2018, está mintiendo. La banda es puro total y absoluto stoner; no hay manera de descifrar lo que pasa por su cabeza y por eso la aparición de su primer material en 15 años marca un evento de suma importancia para la primera mitad del año, y de la vida en general.
Esta es otra colección de canciones diseñadas para sentirse mientras te echas un porro o te dejas llevar por un momento de pura pachequez. Son riffs volcánicos que sin ser los más virtuosos del universo, son capaces de sumergirnos en un trip existencial del que no querremos salir jamás. No por algo esto se llama The Sciences, pues es una sesión de apreciación y aprendizaje de la mano de Sleep.
15. Hollie Cook – Vessel of Love
Hollie Cook no se ha desprendido de su pasado punk. Así ahora escuchemos su impresionante voz en canciones de reggae, la actitud que mostró en The Slits ahora cuenta con un porte que impone, pero que al mismo tiempo nos contagia de la sutil alegría con la que deposita cada palabra de Vessel of Love en nuestro corazón.
En esta producción no hay mensajes que confrontan o situaciones donde la vemos colapsar, sino que en lugar de eso se va alimentando de su motor principal: el amor. Puede sonar cursi, pero en esta producción nos comparte su visión personal del amor sin caer en algo estrictamente meloso o cliché. Por el contrario, el álbum nos invita a sentir, cosa que le hace falta a la humanidad.
14. Jon Hopkins – Singularity
Es muy curioso ver cómo los artistas contemporáneos están encontrando una pasión muy específica en espacios amplios y con la infinidad de cosas que pueden dibujar en ellos por medio de la tecnología.
Jon Hopkins es un visionario; es un crack; él sabe cómo adueñarse de cualquier lienzo para concebir una pintura que exponga sus talentos ocultos. En el pasado lo demostró con la densidad de Immunity y ahora, en Singularity las cosas son un poco más suaves, pero los segmentos electrónicos que chocan una y otra vez contra el cuerpo se mantienen vigentes. Aquí nos encontramos con una conversación entre esa faceta del productor, y los glitch de IDM que suelen dominar su pensamiento cuando se encuentra en un entorno completamente vacío.
13. Soccer Mommy – Clean
Al igual que Sail Nail, Sophie Allison es una adolescente que decidió tomar su guitarra para cantarnos las situaciones de su vida cotidiana. Su sonido es simple, pero ahí es donde radica la belleza de su álbum debut como Soccer Mommy.
Clean es un disco libre, sin pretensiones. Es uno de esos materiales pensados para sumergirnos en una sesión de relajación y despreocuparnos por las cosas que suelen atormentarnos durante toda la semana. Al final, ella solo quiere ser una chica cool por medio de cosas simples y tal vez, a todos nos hace falta tener un poco más de su pensamiento para eliminar la tensión corporal.
12. The Soft Moon – Criminal
Luis Vazquez es un ser solitario y eso siempre se ha reflejado en la palpable oscuridad de The Soft Moon. En años recientes esa personalidad se ha ido fortaleciendo al aclarar la parte más pantanosa y escalofríante de sus discos, para reforzarla con elementos industriales que en Criminal lo llevaron a encontrarse con el EBM en canciones como «Like a Father».
En esta producción The Soft Moon lidia con sus demonios internos. Esos que aparecieron desde su adolescencia y que hoy más que nunca necesitan ser expulsados de su cuerpo. Con un poco de post-punk, industrial y otro de coldwave, Luis nos hace testigos de su propio exorcismo.
11. Cupcakke – Ephorize
Si necesitan echarse una buena carcajada, quizá necesitan recurrir a una sesión de stand up en Youtube. Pero si quieren reír mientras barren el suelo con su cuerpo, entonces solo necesitan que Cupcakke someta su cuerpo con la impecable producción que existe en Ephorize.
Las canciones pecan de explicitas por naturaleza y su concepto general es muuuuy NSFW, pero todo eso es parte del encanto y la personalidad de esta rapera proveniente de Chicago. Es una fuerza sexual que no tiene miedo, dice todo lo que le viene a la mente y por ende muchos momentos del álbum son completamente inesperados.
10. Arctic Monkeys – Tranquility Base Hotel & Casino
¿Lo odiaron? ¿Por? ¿Por qué no suena a lo que hacían en su adolescencia? Bueno, es comprensible, la realidad es que Alex Turner y compañía nos acostumbraron a un sonido en específico, el cual estaba dominado por las guitarras y esos ritmos acelerados que nos remiten a la vieja escuela de Sheffield.
¿Pero qué pasó? Pues nada, pasa que ya no son los mismos teenagers de hace 10 años y ya no les interesa hacer lo mismo que cuando iban saliendo de la escuela. Y si, hay que reconocer que también influyó que ahora viven en Los Ángeles. Teniendo eso en cuenta, es natural que en su nuevo álbum hayan querido suavizar un poco las cosas para poner la parte vocal al centro de todo. Es lo que conduce los arreglos y de esta manera quisieron compartir con el mundo la madurez que han adquirido con el paso de los años por medio de experiencias y los trabajos que han realizado por separado, comenzando por el mismo Alex, quien hace uso de su elegancia para inyectarle una personalidad más estable al concepto de Tranquility Base Hotel & Casino.
9. Oneohtrix Point Never – Age Of
Desde que Daniel Lopatin adoptó el alías de Oneohtrix Point Never ha jugado con la experimentación sonora en cada una de sus formas. Desde el ambient, el glitch, el noise y hasta el vapowave (hay que recordar que estaba en Games), por lo que en Age Of decidió recurrir a un estilo que no había explorado en el pasado: el R&B.
Obviamente éste no es un disco de R&B, pero si puede ser considerado como el álbum pop de OPN por ser el más accesible de su catálogo (por así decirlo). No por algo en él podemos encontrar un trabajo especial por parte de James Blake y Prurient, dos mentes que pertenecen a polos opuestos pero que comparten la ambición de Lopatin: explorar mundos nuevos.
8. Amen Dunes – Freedom
Damon McMahon se echó un buen rato en las sombras e incluso parecía que Amen Dunes había desaparecido. Pero no, esa ausencia tuvo una razón muy personal y esas experiencias se encargaron de estimular su creatividad para presentarnos el álbum más consistente de su repertorio.
McMahon tiene un tono vocal muy singular con el que es capaz de manipular nuestras emociones a su antojo. Pero no crean que se pasa de lanza al hacerlo; no, al cederle nuestra vulnerabilidad, se encarga de inyectarle un confort muy cálido por medio de la acústica de sus canciones y el mensaje de libertad que predomina en Freedom (como su nombre lo dice). Este es uno de esos regresos triunfales que nadie se esperaba, pero que pueden marcar un momento importante de nuestra vida.
7. Kali Uchis – Isolation
Bajo un mantra creativo de “libertad, muerte y amor”, la mezcla de países, lenguajes y una exploración creativa reflejada en cada uno de sus temas y colaboraciones, Kali siempre se ha interesado en expandir sus horizontes musicales y nunca conformarse con las etiquetas impuestas por los demás.
La narrativa de Isolation toca momentos muy personales y emocionales en la vida de Kali Uchis, como las necesidades del alma o la devoción hacia alguien quien le brindó máxima felicidad y le hizo perder la cabeza. Para tener el balance más adecuado, tiene como invitados a Damon Albarn, Tyler The Creator y Jorja Smith.
6. The Carters – Everything Is Love
Para los que pensaban que Jay Z había engañado a Beyoncé, y los que pensaban que… nada, que Jay Z era un idiota. Pues al final todo era parte de una trilogia de álbumes que alimentaban la incertidumbre, el melodrama y la incógnita sobre lo que realmente estaba pasando con ellos.
The Carters es la pieza con la que esta historia llega a su fin y no hablamos precisamente sobre su matrimonio, sino sobre la polémica que de desató entorno a sus problemas personales. Podremos pensar, «si se pelean o no ¿a nosotros qué?» y con justa razón, pero ambos saben cómo funciona el mundo de los negocios y qué mejor manera de afrontarlos y darles una patada en la entrepierna, que con un álbum que juega con las emociones del escucha y que demuestra que Queen B y Jay Z son el uno para el otro.
5. Kamasi Washington – Heaven and Earth
A estas alturas del partido, todo el mundo quiere trabajar con Kamasi Washington, ya que su virtuosismo musical parece que no conoce los límites y por eso es capaz de trabajar con artistas como Kendrick Lamar, Florence + The Machine y Flying Lotus.
Recientemente han aparecido memes donde Kamasi Washington es puesto como «jazz para gente que no le gusta el jazz» y, aunque puede ser una falta de respeto para su labor, al mismo tiempo puede ser el gancho perfecto para que una generación sienta curiosidad y descubra el elegante universo del jazz. O al menos, esa es una de las misiones que tiene Heaven And Earth: incitar a las personas a descubrir cosas nuevas, no quedarse estático e ir contra corriente para luchar por sus creencias individuales.
4. U.S. Girls – In a Poem Unlimited
Meg Remy siempre ha sido una apasionada de la música retro y de la estética visual que utilizaban las artistas pop de los 60. Pero al mismo tiempo, también es una de esas mentes que tienden a tener momentos donde se les hace fácil tomar eso para retorcerlo y sacarnos de nuestra zona de confort.
La evolución musical de U.S. Girls es bastante notable, ya que inicialmente su sonido tenía rasgos muy marcados del noise y el ambient, con lo que sus grabaciones contaban con un estilo lo-fi que poco a poco se fue esclareciendo hasta entregarnos esta camaleónica producción titulada A Poem Unlimited, su segundo lanzamiento oficial para el legendario sello, 4AD, y en donde se enfrenta a los estigmas con los que tiene que lidiar el feminismo en la actualidad.
3. Against All Logic – 2012 – 2017
No muchos se enteraron, pero Nicolas Jaar revivió su alías de All Against Logic para publicar uno de los mejores álbumes de la primera mitad del año. 2012 – 2017 es un ensamble de sonidos que fue trabajando mientras preparaba su álbum debut, solo que estos experimentos los fue guardando para terminarlos en otro momento.
Afortunadamente en 2017 los retomó y ahora los presentó en esta odisea que va del house al techno y del jazz al soul. Es un collage de sonidos que pretenden sacudir cualquier pista de baile y que al mismo tiempo nos acercan a lo que está preparando Jaar en este preciso momento en el estudio.
2. Beach House – 7
Muchas veces hemos hablado de lo bien que le sienta la monotonía a Beach House, ya que es muy complicado imaginar a la banda haciendo algo completamente diferente al dream-pop que presentó desde su álbum debut. De eso ya pasó más de una década y desde entonces el amor que habita en su interior ha ido creciendo más y más, razón por la que es muy fácil generar un vínculo emocional con cada una de las canciones de 7.
Aunque el álbum gira entorno a la nostalgia, la melancolía y esos toques de ensueño por los que viaja la dulce voz de Victoria LeGrand, también es una producción donde Beach House va dibujando panoramas un tanto atípicos a su naturaleza. Hay segmentos muy nebulosos, oscuros y un tanto intrigantes que en todo momento nos mantienen expectantes por la variedad de detalles que van escurriendo de las canciones.
1. Iceage – Beyondless
El sonido de Iceage ha ido madurando al mismo tiempo que sus mentes. Cuando formaron la banda ni siquiera habían terminado de estudiar y por eso cuando tuvieron el acercamiento de una disquera para lanzar su debut, prefirieron terminar la escuela para después enfocarse de lleno en la grabación de New Brigade; un álbum de post-punk que golpea fuertemente en la cara y con el cual demostraron que realmente era una banda que no debía tomarse a la ligera.
Luego vino You’re Nothing, su primer disco para Matador, y después se reinventaron con la exquisitez musical de Plowing Into The Field Of Love. La transición que hubo entre sus dos primeros álbumes y lo que están haciendo ahora, resulta muy emocionante debido a que estamos siendo testigos del crecimiento de 4 personas que siguen manteniéndose fieles a sus raíces, pero que al mismo tiempo tienen la ambición de crear un producto que perdure en el tiempo.
Es por eso que el caos de You’re Nothing y New Brigade se ve mermado en Beyondless; un álbum que incluye arreglos que exponen el estilo más tradicional de una banda danesa por medio de violines, notas de piano y trompetas que respaldan la suciedad provocada por las guitarras.
Aunque es muy obligado hablar de su pasado para comprender el momento por el que están atravesando, Iceage se está haciendo de una notable reputación tanto en la escena local de Dinamarca, como en el resto del mundo. ¿Y saben qué? Ya es hora de que comiencen a recibir la atención que realmente se merecen.