Fotos: Liliana Estrada
Por: José Ignacio Hipólito
Tuvieron que pasar 6 años para que Rise Against regresara a nuestro país. La banda conformada por Tim McIlrath, Joe Principe, Brandon Barnes y Zach Blair visitó la Ciudad de México por tercera ocasión el pasado 12 de marzo en el Pabellón Oeste del Palacio de los Deportes.
La banda lleva un par de años de gira tras el lanzamiento de su más reciente álbum: The Nowhere Generation, que los ha llevado por todo el mundo incluyendo nuestro país, pero al tener una amplia deuda temporal con México, el concierto tenía que ser especial.




El setlist repasó casi toda su discografía y sonaron canciones de Revolutions per Minute, Siren Song of the Counter Culture, Appeal to Reason, Wolves y Nowehere Generation, retratando su historia musical desde el 2003 hasta el 2021. Sólo faltaron representantes de su primer álbum The Unraveling y el séptimo The Black Market.
La noche del concierto chilango comenzó con una triada de canciones impetuosas, “Re-Education (Through Labor)”, “The Violence” y “Architects”. La banda liderada por Tim McIlrath, se veía sorprendida por el recibimiento que los capitalinos les daban, no solo por la gente que llevaba pancartas con mensajes de bienvenida y de peticiones, sino también por su energía. Los saltos hacían que el Pabellón palpitara, como si se tratara de un metrónomo humano.




El lugar no pararía no pararía de moverse, sino hasta que la banda decidiera tomarse un breve descanso a excepción de Tim, quien tomaría su guitarra acústica y empezaría a tocar “Swing Life Away”, un interludio que se vería asaltado con dos de las canciones más intensas de la banda, “Give it All” y “Nowhere Generation”, canciones que causaron moshpits y un mar de luces de celulares que el mismo cantante pidió para que todos los que alguna vez se sintieran solos, recordaran ese momento en su concierto.
La noche terminaría con el encore de tres canciones: “Make It Stop (September’s Children)”, “Paper Wings” y “Savior”, dejando a todos los asistentes con una emoción que sólo el punk le puede dejar a un escucha. Ojalá no tarden otros 6 años en regresar a nuestro país.
