Fotos: Óscar Villanueva
Hipnosis es un festival que a lo largo de su historia se ha ido moviendo de recinto en recinto para incitarnos a desplazarnos de los lugares de siempre.
Sí, quizá para la mayoría fue más cómodo llegar al Lomas Altas o el Parque Bicentenario, pero los espacios que nos han alejado un poco de la zona central de la ciudad han tenido un sello característico donde la experiencia no se ve alterada por la distancia, tal es el caso de las Caballerizas de Huixquilucan. Por el contrario, los asistentes se encargan de transformar el espacio en una celebración repleta de camaradería.
En 2023, el festival llegó al Parque Cuitláhuac de Iztapalapa, siendo una zona donde no se suelen organizar conciertos o eventos musicales de esta magnitud, por lo que al inicio resultaba un tanto atípico su decisión. Sin embargo, salir de la rutina nunca hace daño y siempre resulta interesante explorar otros lugares con una curaduría musical pensada para llevarnos a través de distintas emociones, aunque sí es un hecho que hay aspectos que deben cuidarse más a detalle como la iluminación y seguridad al exterior cuando cae la noche.
Uno de los primeros actos que pudimos ver al llegar al festival, fue The Brian Jonestown Massacre que, para sorpresa de todos (y para el mismo Anton Newcombe), tuvieron un lugar bastante tempranero en el acomodo de los horarios. Al menos, comparado con el lugar que les dieron en su paso por el festival NRMAL hace algunos años.
Por otro lado, se entiende que quisieron presentar un bloque musical integrado por referentes de culto para amenizar nuestra existencia mientras caía el atardecer, pues, luego de la actuación de The Brian Jonestown Massacre llegó el momento de ver a Panda Bear en compañía de Sonic Boom, presentando el álbum colaborativo que editaron el año pasado.
Si han tenido oportunidad de ver a Noah Lennox en el pasado tanto en solitario como con Animal Collective, sabrán que la experiencia musical siempre es demasiado satisfactoria y, en esta ocasión, acompañado de un referente de Spacemen 3 hizo de su visita algo verdaderamente maravilloso.
Debemos confesar que no estábamos tan familiarizados con el trabajo de Altın Gün, pero al verlos sobre el escenario de Hipnosis no quedó de otra más que entregarnos en cuerpo y alma a su tremendo trabajo, siendo una de las mejores presentaciones que hemos visto en la historia del festival.
No es por nada, pero después del cálido recibimiento que tuvieron por parte de la audiencia, seguramente no pasará mucho tiempo para tenerlos de regreso con un show en solitario.
En el pasado Melody’s Echo Chamber y Temples también tuvieron un cálido recibimiento en México y, en su esperado regreso al país, las cosas no fueron realmente diferentes pese a que en el interior de ambos proyectos sí han habido modificaciones importantes.
En el caso del proyecto liderado por Melody Prochet, nos encontramos con un montaje escénico donde su sonido es proyectado con una mayor madurez y un enfoque estrictamente personal, separándose por completo de la historia que la acompañaba durante sus primeros años de carrera.
Melody’s Echo Chamber ofreció una presentación dulce y entrañable donde la camaradería de todo el festival se terminó de fortalecer.
Por otro lado, Temples tiene una fiel legión de fans que nunca está ausente de sus conciertos en México y aunque nos gustaría decir que fuimos testigos de una de sus mejores actuaciones, debemos admitir que en esta ocasión fue un bloque cumplidor que se prestó para ir por una cerveza y escuchar de fondo sus puentes instrumentales, para luego volver al escenario y colapsar ante uno de los momentos más esperados de esta edición: Boy Harsher.
Solo ha pasado un año desde que Jae Matthews y Augustus Muller ofrecieron tres conciertos sold out en el Foro Indie Rocks, por lo que su repentina adición al festival nos tomó por sorpresa, pero tuvo todo el sentido del mundo considerando que el dúo está en la recta final de la extensa gira promocional de The Runner.
El setlist no fue diferente a lo que hemos presenciado en el pasado; sin embargo, cuando se trata de Boy Harsher nunca es suficiente. Sus presentaciones son seductoras, potentes, hipnóticas y en todo momento mantienen la energía en su punto más alto.
Después del palpable hedonismo y la oscuridad comandada por Boy Harsher, llegó el momento de ver a Toro Y Moi y… curiosamente, aquí fue uno de esos instantes donde la emoción estuvo un tanto desequilibrada.
El ritmo iba creciendo y creciendo durante todo el festival hasta llegar a Temples, luego volvió a subir de golpe con Boy Harsher, y sentimos el bajón con Toro Y Moi, pese a que el desempeño musical de Chaz Bundick es impecable.
Digamos que, en este caso, simplemente el acomodo pudo funcionar de otra manera.
24 horas después de ofrecer un concierto gratuito en House Of Vans CDMX (atascadísimo), llegó el momento de experimentar el clásico Yoshimi Battles The Pink Robots en todo su esplendor. Algo que francamente pensamos que tardaría muchísimo en pasar en nuestro país considerando que The Flaming Lips se estuvo guardando estos conciertos para festivales en Estados Unidos.
Por fortuna, pudimos vivir en carne propia esta experiencia donde la banda liderada por Wayne Coyne fue capaz de montar toda una fiesta llena de color donde, en varios momentos, parecía imposible controlar las lágrimas de emoción, felicidad y ciertamente de nostalgia con clásicos como «Do You Realize??», principalmente por la cercanía con el Día de Muertos.
Sí, quizá Hipnosis tiene varias áreas de oportunidad en cada locación donde se realiza, pero en términos generales es uno de los mejores festivales que existen en México, teniendo una curaduría que se enfoca en cubrir las necesidades de su audiencia y se mantiene fiel a la personalidad que predomina durante todo el año en sus conciertos organizados en Foro Indie Rocks, House Of Vans y Frontón México.
¡Ya queremos descubrir qué se viene para 2024!
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