Nacida en Devonport, un suburbio de Auckland, Nueva Zelanda, una niña era criada al lado de tres hermanos por quien indudablemente se convertiría en una de sus mayores inspiraciones por su pensante y sabia poesía, Sonja Yelich, su madre; llegado el nuevo milenio, la pequeña de nombre Ella Maria Lani Yelich- O’Connor, ni siquiera imaginaba que algún día durante su aún etapa adolescente, su música sonaría en múltiples estaciones de radio y que su nombre sería reconocido por millones, y mucho menos, que algún día visitaría un país llamado México.
Alejadas naciones visitadas, listas de popularidad dominadas, así como premios internacionales alcanzados han sido tan solo algunas de las palmas conseguidas por quien ni siquiera cuenta con la mayoría de edad y que además ha fabricado tan solo un LP en sus cortos 17 años de vida.
Deseos por vivir en México y enamoramiento por nuestro país, desafíos venideros, así como objetivos e intenciones futuras fueron algunas de las cosas de las cuales pudimos charlar con quien hace solo algunos años atrás era tan solo una niña más que radicaba en Devonport.
Visita a México
La visita por primera vez de quien posee ascendencia irlandesa y croata a nuestro país el pasado mes de abril, no solo resultó exitosa y gratificante para los asistentes a la misma, sino también para quien llevó a cabo esta, pues Lorde no se cansó de recalcar el comportamiento exaltado de la multitud durante las presentaciones que tuvo tanto en San Miguel como en la ciudad de México. “El público fue asombroso, fue algo muy hermoso”, afirmó con cierto tono de gratitud, mismo que se vio remarcado con su deseo por volver a pisar de nuevo tierras mexicanas: “Agradezco mucho a los fans por haberme permitido ir a tocar allá y recibirme tan bien como lo hicieron, espero estar de vuelta pronto en México”.
Sin embargo, las presentaciones que Lorde tuvo en nuestro país no fueron lo único que capturó su atención y propició su anhelo de volver pronto. Fue el ambiente de nuestro país el que cautivó a la neozelandesa, sobre todo el entorno y la atmósfera distinguida en San Miguel de Allende, de la cual se dijo muy impresionada, misma que hizo que además deseara, aunque tal vez no de una forma muy real, vivir en México. “Creo que me gustaría vivir en México y no irme nunca. Tanto la ciudad de México como San Miguel fueron asombrosos. Nunca había visto algo similar. Fue como el paraíso para nosotros”
La evidente influencia de ganar dos Grammys
Fue para la entrega número 56 de los Premios Grammy cuando Lorde recibió tres nominaciones gracias al trabajo hecho en Pure Heroine. “Grabación del Año”, “Canción del Año” y “Mejor Interpretación Pop Solista” fueron las categorías en las cuales competía, dos de las cuales le atribuyeron el 26 de enero, en Los Ángeles, sus dos primeros Premios Grammy; convirtiéndose de esta forma en la artista neozelandesa más joven en ganar dicho galardón y en la tercera más joven de toda la historia.
No obstante, Lorde toma con serenidad y con un poco de humor dicho logro y reconoce que al principio fueron sensaciones bastante inusuales. “Ha sido algo muy loco, fue una cosa muy viajada, pero ahora que lo pienso ya lo veo como algo normal. ‘Ganar un Grammy’ (risas)”. Teniendo en su poder dichos galardones y poseyendo distinciones de las cuales algunos meses atrás simplemente no disfrutaba, Lorde está consciente del reto que significará en su vida el continuar con su carrera tras el impacto que fue debutar en la misma apoderándose de dichos honores; sin embargo, esto no es algo que espante o siquiera inquiete un poco a la oriunda de Auckland, pues además de mostrar plena lucidez de lo vivido, el escenario que representa esto es algo que incluso le atrae. “Para mí es algo bueno que la gente esté esperando más de mí a partir de ganar un Grammy; me gusta que lo esperen por el hecho de haber realizado un buen disco. Me alegra porque así yo misma no me doy por vencida”.
Futuros planes
Sin duda, el contar apenas con un EP, The Love Club, que posteriormente tomaría la forma de su LP debut, Pure Heroine, para convertirse en el único material de estudio de Lorde, genera en ella las ganas por elaborar y producir una mayor cantidad de música, mismas que no la llevan a pensar en un posible descanso, sino en todo lo contrario; en ideas que se conceptualicen en un nuevo material.
“Un nuevo álbum es algo en lo que he estado pensando y he estado trabajando en ello”.
A pesar de tener la cabeza llena de ideas, Lorde confiesa no tener aún un concepto definido en el que será el sucesor de su aclamado álbum debut, quizá por la cercanía que existe en el tiempo con Pure Heroine; sin embargo, de lo que sí está segura, es del contenido lírico del mismo. “No sé si exista aún un concepto, porque es algo nuevo que aún no está terminado, pero en sí el álbum hablará de mi vida como es ahora. Es la única manera en la que puedo escribir en estos momentos para que la gente de algún modo se identifique”.
Además del trabajo para un nuevo álbum, la neozelandesa reveló también su deseo por colaborar con una vasta lista de músicos, de los cuales en la actualidad se cocinan y preparan algunas cuantas sorpresas, mismas que tristemente aún no pueden ser desveladas. “Hay un par de cosas en las que se podría decir que estamos trabajando, lamentablemente no puedo hablar mucho de eso porque después las cosas no suceden. Pero sí existen un par de colaboraciones en las que se están trabajando”.
¿One-hit wonder? ¿Gloria efímera? Esos son tan solo algunos de los calificativos a los cuales Lorde innegablemente se enfrenta; mismos que a su vez los resultados conquistados y su coqueta y sincera voz niegan, y los cuales Ella Maria Lani Yelich-O’Connor, aquella pequeña que en el pasado no imaginaba una cuarta parte de lo que es su vida ahora, continuará encargándose de tolerar o refutar en el futuro con su venidera música.








