Foto por Rodrigo Jardón
Una de las mejores cosas que nos dejó este 2011 fue “Diamantes”, la última producción de los españoles de El Columpio Asesino con el que pusieron el mejor eslabón en su carrera artística al atraer a nuevos fans a su universo (sobretodo el mexicano).
Esto en gran parte se debió a la estupenda canción “Toro” que narra un oscuro viaje frenético e improvisado, en donde el descontrol es el estímulo para seguir adelante mientras el auto que te transporta ilumina las líneas de los carriles de alta velocidad de una carretera nocturna.
Muchas bandas pueden provocar una buena impresión con un sencillo y quedarse ahí, pero justo como su disco menciona, es una mina cuyos diamantes surgen cada vez que uno escucha esta producción. Otra gran canción que pasado el efecto de primera impresión que deja “Toro” sale a relucir es el tema “Diamantes”, el cual engloba a la perfección cómo opera esta banda en vivo: comienza con un sutil sintetizador para irse engrosando con baterías y guitarrazos controlados.
A pesar de que es una banda que ha venido a México en cinco ocasiones y que ya rebasa su década de vida, El Columpio Asesino mantiene esa frescura y grado de sorpresa dejando a un lado esa zona de confort en el cual muchas bandas llegan a caer luego de años de experiencia.
Les recomendamos de sobremanera esta producción, editada en México con Terrícolas Imbéciles en donde encontrarán también una versión totalmente renovada y adaptada al español de «The endless plain of fortune» de John Cale, miembro fundamental de Velvet Underground, transformada en el bello tema “Cisne de cristal”.
Así nos podemos seguir, peor lo mejor es que ustedes entren a esta mina de grandes diamantes convertidos en canciones.
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