DEVENDRA BANHART
Mala
Nonesuch
84%
Devendra Banhart tiene suerte de que su personalidad sea tan escandalosa, pues le permite hacer música más suave y melosa sin perder identidad. Con su octavo disco, Mala, el exrepresentante del freak-folk aprovecha esta ventaja más que en cualquiera de sus trabajos anteriores. La relajada «Golden Girls» lanza la primera carga: ‘You’re a young man/In a young man’s world/Get on the dance floor’, es como un llamado a acción pero susurrado, como la voz de un viejo que está compartiendo un poco de su preciada sabiduría. Es el consejo de una figura que nunca ha dudado en exponerse, para bien o para mal. Pero la pista de baile en este caso es metafórica, lo que sigue suena más a un disco para escuchar una mañana de domingo, acurrucado, con calcetas de lana y tomando café, con algunos destellos de energía.
En cuestión sonora tiene cierta relación con Will We Be, de 2009 (su único disco con Warner), aunque en este caso, la disparidad estilística de su predecesor parece haber sido controlada hasta lograr un trabajo consistente. No me malinterpreten, al álbum no le faltan sus características excentricidades: “Mi Negrita” y “Your Fine Petting Duck” son ejemplos de su folk multilingüe. Ésta última, cantada a dueto con su prometida, la fotógrafa Serbia Ana Kraš, retrata las súplicas de una mujer arrepentida a su cínico ex. Su reconocida influencia de Arthur Russell se nota en “A Gain”, y “Never Seen Such Good Things” se funde a la perfección en texturas de sintetizador. Puede que el giro de Banhart hacia un sonido más suave sea consecuencia de su compromiso con Kraš (mala es una palabra cariñosa en serbio), pero a veces sentar cabeza no es mala idea, incluso para los que les sobran mujeres hermosas de donde elegir.
KYLE MacKINNEL
Traducción ELISEO QUINTANILLA
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