Por Davo Peñaloza
Cuando hablamos de rock normalmente pensamos en esos nombres míticos como Led Zeppellin, The Who, Black Sabbath, Jimi Hendrix, Cream o todas esas bandas que principalmente en los sesenta y setenta establecieron las bases populares de cómo un artista o banda de rock debe tocar. Desde entonces son contadas las bandas que han sabido incursionar e innovar dentro de este género. Año tras año escuchamos nuevos proyectos musicales que se basan en algunos de los artistas antes mencionados; y aunque suenen bien, en el fondo sabemos que no hay mucho de novedoso. Sin embargo hay ocasiones en los que la escena musical entrega ciertos destellos muy esporádicos que incluyen artistas que pasan a la historia por aparecer en momentos indicados; este es el caso de los White Stripes y su álbum Elephant del 2003 que cumple 10 años de existencia y sigue sonando tan fresco y reciente como el 1 de abril de aquel año, fecha en la que salió al público bajo el sello V2.
Los White Stripes ya habían impresionado desde 1999 cuando lanzaron su álbum debut homónimo. Dos hermanos de 24 y 25 años, pálidos, vestidos de rojo y blanco, y que tan sólo con una guitarra y una batería era suficiente para lograr tal estruendo de tan buena calidad. Dos álbumes de estudio más, De Stijl (2000) y White Blood Cells (2001) anunciaban lo que se venía.
Mucho más oscuro y rasposo que los discos pasados, Elephant es una muestra de cómo tan sólo 2 instrumentos pueden ser explotados. De inicio una de las canciones que marcaron la década pasada y que es el himno de los oriundos de Detroit: “Seven Nation Army”. Ése es tan sólo el inicio de un disco que sin ningún problema podemos darle 5 estrellas ya que canción tras canción encontramos la esencia absoluta de los White Stripes: un Jack White retador en la voz, virtuoso y agresivo en la guitarra, tal y como su hermana Meg en la batería. Canciones como “Black Math”, “There’s No Home For You Here”, el final de “I Just Don’t Know What to Do with Myself”, “The Hardest Button to Button”, “Little Acorns” y “Girl You Have No Faith in Medicine” muestran ese característico lado loco, rudo y virtuoso que tienen los White Stripes. Pero, cuando pensamos en este dúo norteamericano, solemos relacionarlos con guitarras increíbles y energía absoluta, sin embargo en Elephant demuestran cómo sus influencias de R & B, country y soul con canciones más tranquilas como “In the Cold Cold Night”, “I Want to the Boy”, “You’ve Got Her in Your Pocket” y “It’s True that We Love One Another”.
El tiempo pasará y seguiremos recordando a Elephant como uno de esos discos que revolucionaron, en parte por su excelente calidad musical a cargo de los hermanos White, pero principalmente por su manera de darle un nuevo giro a un género en donde las bases suelen darse por establecidas y lo convierten en algo tan complicado de innovar. Pocas son las bandas de rock que podemos afirmar que lograron algo nuevo; en Elephant los White Stripes lo hicieron con su música, con su actitud, pero sobre todo con su genialidad y virtuosismo que lo convierten en unos de los discos con mayor legado que ha influenciado a The Black Keys, The Kills, Black Rebel Motorcycle Club, Kings of Leon, entre muchísimos etcéteras más.







