Por Cristina Salmerón

El folk andino bailador del chileno Daniel Riveros, reconocido y querido como Gepe, convirtió al Lunario en una fiesta en la que hubo sorpresas e invitados que la hicieron aún mejor.

La cantante Mariel Mariel abrió esta noche musical cantando sola con su guitarra frente a un público dividido entre los que pasó indiferente y los que le prestaron atención a lo que esta chica chilena radicada en México trae en su más reciente disco Foto pa ti.

Como a las 21:40 horas salió Gepe acompañado de una bailarina con una máscara multicolor con cuernos como de diablo; mientras tanto él, atrás y al centro, sentado en la batería comenzó a tocar y la gente a prenderse con su ritmo.

Poco a poco fue presentando las canciones de su más reciente disco GP como “Fruta y Té”, “Con un solo zapato no se puede caminar”, “Bacán tu casa” o “Bailar Bien, Bailar Mal” que se pudo disfrutar con quien la grabó originalmente, con Carla Morrison que subió al escenario para interpretarla con él.

Las más nuevas rolas las intercaló con algunas del recuerdo como “Celosía”, o “Alfabeto” que tocó en versión saya, danza que se baila al norte de Chile. Mientras Gepe tocaba la guitarra, la batería o el teclado, un par de chicas lo acompañaron en los sintetizadores, el chelo y el ukelele.

Por un lado y otro del escenario salían y entraban dos bailarinas vestidas con máscaras, con trajes típicos chilenos, que giraban con mucha gracia entre los músicos y lanzaban papelitos de colores al público.

El segundo invitado de la noche fue Juan Manuel Torreblanca, que cantó “Por la Ventana”, éxito de su disco Audiovisión. La tercera y última sorpresa en el escenario fue Julieta Venegas, cuya voz pasó un tanto inadvertida en “12 Minerales” porque no se escuchó ni imprimió su característico sello al dúo.

Ya solo otra vez, Gepe cantó “Platina” a la que, sutilmente, introdujo unos versos de “Cuando Pase el Temblor” de Soda Stereo. Al sonar los acordes de “La Naturaleza”, se sabía que el público iba a explotar en gritos, brincos y pasos de baile, pero también que se acercaba el deceso del concierto.

Sin embargo, Gepe volvió para cantar tres rolas más y despedirse así de un público eufórico que después de la calidez del show tuvo que irse a casa con frío y lluvia.