7. These New Puritans – Field of Reeds
La evolución de These New Puritans en cada álbum ha evidenciado los enormes dotes artísticos que tiene cada uno de sus integrantes, comenzando por Jack Barnett. Seguramente al escuchar su nombre de inmediato pensaran en “Elvis”, pero estos chicos son algo más que eso; son un par de mentes que no se intimidan ante nada, aún cuando las ideas para sus discos resulten muy complicadas de lograrse.
La instrumentación en Field Of Reeds está muy bien pensaba, es un recorrido mágico a través de mundos que Barnett se ha encargado de pintar con sus propios sueños, en los que nosotros somos los actores principales. Pero esos retratos, sus sueños, sus pensamientos y sus más grandes temores, son respaldados por una nostalgia indescifrable que únicamente puede ser por comparada con la estructura de un disco de Scott Walker. Incluso la forma en la que están compuestas las canciones tienen una enorme similitud con el proceso de grabación que Walker expusó en el documental 30th Century Man, en donde el simple ruido de una ave emprendiendo el vuelo es capturado para ser incluido en algún segmento de las canciones. Field Of Reeds tiene eso y más: tiene cuchillos, navajas, elementos que a simple oído no se perciben con toda claridad, pero que sin duda son una parte importante en todo lo hermoso que rodea el disco.
De ser una banda de, digamos, ‘indie rock’, These New Puritans fue mutando a un ensamble muy poderoso de percusiones, para ahora llegar a su punto más alto con arreglos orquestales, y una singular fantasía que por lo regular se puede encontrar en un cuento de hadas. La melancolía y el genuino sentimiento que nutre la alegría de un simple acorde marca la diferencia en estas canciones, y eso se debe de señalar con letras grandes.







