19. Chelsea Wolfe – Pain Is Beauty
Chelsea Wolf es una californiana darks pero no vomita murciélagos. Ella creó un cuarto álbum con una perfecta armonía oscura. Desde la portada quiso asemejar a un volcán en erupción, donde ella es la lava. Bajo este concepto creo ruidos que representan las difíciles situaciones que enfrentamos en la vida, donde personas como nuestros abuelos y padres constantemente nos recalcan en «no hagas esto o aquello», pero que al final siempre experimentamos por necedad.
Llega a ser romántico sin caer en lo meloso desde un inicio con «Fear Love». «They’ll Clap When You’re Gone» y The Waves Have Come» son canciones con ruidos y arreglos vanguardistas que colocan ambientes góticos en todos los oídos. Además, maquilla un poco lo onírico con beats y efectos electrónicos. Acierta en con 12 sencillos tracks que no pierden el hilo negro. No es para todos gustos, pero sin duda es un álbum que marcó el año al arpe un toco más profundo a los arreglos que manejaba Wolfe.







