Cobertura especial gracias a Azul Centenario
Foto ENRIQUE FABELA
Por JORGE KUNDING
Es poco común ver a una ciudad transformarse completamente a causa de un evento celebrado en ella. Por lo general, sólo unos cuantos se ven afectados o alterados por lo que ocurre en algunas de sus calles, pero en Austin este fenómeno se da cada año con South by South West, el festival fílmico-interactivo-musical que confirma el carácter hippie, lúdico y hospitalario de los habitantes de esta ciudad texana. Y a pesar de que el epicentro de las actividades y eventos se confina a un bloque de 10 x 10 cuadras en el “downtown” de la ciudad, pareciera que todos se preparan para recibir a los miles de turistas que acuden al festival, o que incluso deciden ser partícipes y asistentes a varios de los showcases, conferencias y toquines impromtu que congregan a fans, periodistas y promotores por igual para el disfrute de conciertos que difícilmente (o quizás hasta dentro de algunos años) podrían disfrutar en sus países de origen.
Este ambiente se ve reflejado no sólo en espacios asociados a SXSW: restaurantes, tiendas, transporte público, etc. se integran también a este espíritu cordial que envuelve a la ciudad: las hamburguesas con huevo estrellado de la 1886 Bakery saben mejor, los viniles de Waterloo Records se escuchan con más nitidez, hasta los taxistas parecen tener un mejor semblante. Es parte de ese “weirdness” que se respira en el ambiente de Austin.
Y sobre todo, las bandas y artistas parecen dar su mejor esfuerzo en cada presentación, quizás un poco intimidados de estar frente a un público reducido que observa cada mínimo movimiento que hacen, que escucha con atención cada pequeña nota que tocan. Recordemos que parte de la magia de este festival es el “takover” que se hace del centro de la ciudad, en lugares que a veces no albergan a más de 100 personas, en sitios inesperados como iglesias, bodegas, hoteles. Todo se vuelve más íntimo, más cálido. Y las propuestas suelen ser de todos los estilos, con trayectorias emergentes o sólidas. Un día puedes ver a los jóvenes británicos de Slaves presentar su sonido punk-hardcore de la clase media inglesa, y al día siguiente presenciar un show de los legendarios X y así cerrar toda una brecha generacional. Puedes ver a las chicas de Pins en una iglesia presbiteriana (y encontrar a Jarvis Cocker entre el público), a los misteriosos Jungle en un bar abarrotado, a Chino Moreno y su nuevo proyecto Crosses, la increíble psicodelia de los Black Angels y cerrar la noche escuchando “True” de Spandau Ballet.
Sin embargo, no todo son sonrisas en SXSW. La noche de ayer, mientras esperábamos el inicio del show de Tyler, the Creator en el Mohawk, fuimos informados de un accidente ocurrido en las inmediaciones del lugar, en el que lamentablemente 2 personas perdieron la vida y varios más resultaron heridos a causa de la imprudencia de un conductor, por lo que el show se canceló. Aún así, seguiremos brindándoles la cobertura más amplia posible de las diferentes experiencias del festival. Esto apenas inicia…
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