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NOTICIA

Reseña Coachella 2014 (Neutral Milk Hotel, Arcade Fire y Beck)

Coachella

Foto y texto por Jorge Kunding

Retirarse con dignidad

¿Cuándo se es demasiado viejo para estar en un festival de música? Nos hacemos esta pregunta al terminar el último día de actividades en Coachella. Los más jóvenes están frescos, broncean sus cuerpos semidesnudos y disfrutan de los actos que más fiesta ofrecen, los que tienen los beats más atascados y los visuales más llenos de estrobos. En cambio, los que empezamos a envejecer, requerimos ir a comer a un lugar decente antes del festival. Llegamos cuando empieza a atardecer, no a medio día. Ya no nos tratamos de meter hasta adelante, sino que vemos todo desde atrás, donde no se aglutina tanta gente. Pero también nos volvemos un poco más sabios. Elegimos qué bandas ver con base en las posibilidades de ver a esa banda, no por el hype del momento. Tomamos un poco de más agua y menos cerveza. Nos retiramos con tiempo suficiente para evitar estar 2 horas en el coche sin poder salir del estacionamiento.

Hecha esta reflexión, así es como vivimos el tercer día de Coachella. Empezamos con una puesta de sol perfecta mientras los acordes de Neutral Milk Hotel suenan en el escenario. La banda se reunió apenas el año pasado para volver a presentarse en vivo, y es en shows como este que las nuevas generaciones pueden entender de dónde viene el sonido de actos más contemporáneos como Arcade Fire o Bon Iver.

Coachella

Acto seguido vemos un poco del set de Little Dragon, frente a una abarrotada carpa Mojave. Los beats synthpop de estos suecos se mezclan a la perfección con la dulce voz de Yukimi Nagano, que hipnotiza a los presentes con sus movimientos en el escenario.

Regresamos al escenario Outdoor para ver a Lana del Rey. Contrario a lo que imaginábamos después de verla en presentaciones anteriores, esta vez Lana sí domina el escenario, sin la necesidad de demasiados aspavientos pero con mucha presencia, quizás lograda con su voz y su elegante belleza. Con un fuerte cierre con Summertime Sadness y Video Games, Lana nos demuestra por qué es una de las principales exponentes de esta nueva ola de intérpretes en las que las adolescentes se reflejan, como Lykke Li, Ellie Goulding, o Grimes.

Coachella 12

Mientras tanto, en el escenario principal se presenta uno de los grandes highlights del festival. Beck no se tienta para sacar la artillería y abre con Devil’s Haircut y Loser, Beck puede hacer lo que quiera: tocar un cover de Donna Summer, llevar a su hijo para que toque el pandero, o extender su show hasta que la organización del festival le corte el audio. Buscando la perfección en los tiempos de presentación, han echado a perder un momento que ya era perfecto.

Corremos de vuelta a la carpa Mojave, pues el tiempo apremia y Motörhead está por iniciar. Mientras las generaciones más jóvenes ven a Disclosure o a otras bandas, algunos un poco más viejos nos reunimos a hacer un poco de headbanging en la presentación de una de las bandas más importantes del metal (aunque en palabras de Lemmy, ellos tocan rock & roll). El slam no se hace esperar, mientras Slash aparece como invitado para cerrar con las clásicas Ace of Spades y Overkill.

Con la noche ya avanzada, es momento de terminar viendo a Arcade Fire. Al principio, su show no parece distar tanto del que hace un par de semanas tuvieron en la Ciudad de México, hasta que tocan Keep the Car Running, tema ausente en el Foro Sol. En It’s Never Over, Régine Chassagne se desplaza a un pequeño escenario B en medio de la gente, para cantar a dúo con Win Butler. Mientras regresa al escenario principal, nos damos cuenta de que viene acompañada por la legendaria y guapísima Debbie Harry, para tocar Heart of Glass de Blondie y Sprawl II. Después de este gran momento, la noche sólo puede terminar con un fiestón (Here Comes the Night Time) y un himno (Wake Up). Es momento de concluir. Es momento de retirarse con dignidad, con el cuerpo cansado y una sonrisa en la boca.

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