Por Berenice Andrade
Algo se repitió constantemente después de la salida del disco homónimo de Warpaint a principios de este año: está más limpio; los arreglos son menos complejos que en el disco anterior.
No es una impresión de crítico de música que se quiere hacer el interesante. Las cuatro integrantes de esta banda de Los Ángles decidieron que necesitaban bajarle a las florituras y concentrarse en lo que realmente podían tocar en vivo y así dejar de sacrificar arreglos y adornitos para los que necesitaban más manos.
“Cuando estás trasladando a un acto en vivo todo lo que metiste en el estudio, te das cuenta de que no es tan fácil y que debes dejar algunas de esas cosas atrás. ¿Cuál es el punto de crear una buena línea de bajo o una melodía si al final no las vas a tocar? Por eso este disco es más sencillo en ese sentido”, dice Jenny Lee Lindberg, bajista desde siempre de este grupo de chicas que ya lleva 10 años tocando.
Pero, aunque en Warpaint hayan dejado atrás un poco del atasque sonoro que se escuchó en The Fool (2010) e incluso en aquel primer EP Exquisite Corpse de 2009, estas cuatros mujeres no se olvidaron del atasque emocional que siguen presumiendo con letras que hablan de cómo el amor es morir mientras gimen como gatitos atropellados. Podemos seguir sintiéndonos melancólicos y perturbados gracias a las voces lastimeras de Emily Kokal y Theresa Wayman.
A Lindberg no le parece raro que justo esa necesidad de limpieza y sobriedad práctica tenga que ver con cierta madurez y conocimiento que diez años juntas le ha dado a esta banda. Warpaint además representa lo que son ellas ahora, no la experimentación y búsquedas que vivieron en el pasado, incluyendo los cambios de baterista que terminaron con la llegada de Stella Mozgawa a la banda.
“Creo que este último disco es muy representativo de nosotras en este tiempo y lugar; es muy del presente. El último disco lo empezamos a componer desde que empezamos la banda, mucho antes de la llegada de Stella”, agrega Jenny Lee, “Esas canciones ahora tienen una encarnación distinta a lo que eran en un principio y lo que éramos cuando las creamos, tienen versiones diferentes de sí mismas que dependen de lo que vivimos al tocarlas o cómo nos sentíamos ese día, entonces creo que estas nuevas canciones son una buena representación quienes somos ahora”.
Y como no quieren que el tiempo las rebasé, incluso en gira ya están componiendo el material de un siguiente disco que muy ambiciosamente están pensando para el 2015, tanto así que la bajista promete una canción nueva sorpresa en su próximo show en el D.F. el 12 de junio en el José Cuervo Salón.
A propósito del primer concierto que ofrecieron en México en septiembre de 2011, en el que mucha de la audiencia se quedó con las ganas de ver el show completo porque éste inició media hora antes de los indicado en el boleto, Jenny Lee ríe y dice que no se dio cuenta.
“Para mí fue una gran experiencia; me la pasé muy bien, sobre todo porque era cumpleaños de Emily, ¿recuerdas? ¡Hubo pastel!”








