Foto y texto por Gus Morainslie
Salimos de la ciudad de Los Ángeles con rumbo a San Bernardino. Es la peor hora de tráfico y es probable que el trayecto dure más del triple de lo normal pero nada importa. Vamos a bordo de un carro con placa 666, equipo para acampar, y comida y cervezas para 3 días. El clima es perfecto y el paisaje enmarcado por montañas y palmeras también; todo esto sin mencionar que veremos a varias de las bandas de metal más importantes de la historia y que Slipknot —tras presentar su nuevo material de estudio—regresa a los escenarios cerrando el escenario principal 2 noches seguidas.
Tras varias horas llegamos al San Manuel Amphitheater; carros repletos de gente y provisiones, camionetas y campers con stereos a todo volumen hacen larga fila para ingresar. Instantes después todos nos encontramos montando los campamentos impacientes por ingresar a la pre-fiesta para campers encabezada por The Black Dahlia Murder y Suicide Silence.
Los escenarios 2 y 3 albergan a 1,000 personas aproximadamente; no es una gran multitud pero eso no impide los primeros mosh-pits y entusiastas crowdsurfers. Suicide Silence cierra con potencia la noche y prepara el ambiente para los próximos 2 días.







