Por Ernesto Olvera / @Ernestime
Fotos Fresale
De un momento a otro la ciudad fue azotada por una lluvia que justo vino a duplicar mil veces el caos víal que se vive un viernes después de las 7 P.M, sin mencionar que esto en parte se debió a algunos cierres que hubo en varios puntos de Reforma. Teniendo eso en cuenta, realmente era todo un reto el poder llegar a El Plaza Condesa con todos esos problemas que eran respaldados por la incesante lluvia, lo cual terminó afectando un poco la presentación de Haciendo El Mal; banda encargada de abrir el conmovedor concierto que ofreció Sharon Van Etten la noche de ayer.
Pero dejando a un lado todo eso, el carisma y la sonrisa que tenía Sharon de oreja a oreja, hacían que toda la travesia para llegar al recinto valiera mucho la pena, ya que sin importar si El Plaza estaba lejos de estar abarrotado, ella en compañía de su banda ofrecieron una presentación que pecó de mucho sentimentalismo y sensaciones honestas que eran capaces de hacerte suspirar con los primeros minutos de «Afraid Of Nothing», canción que fue seguida por su estelar «Taking Chances» de su aclamado Are We There del año pasado.
Con un set que iba y venía de su más reciente producción, pasando por Tramp y un poquito de Epic, Sharon Van Etten aprovechaba los lapsos de tranquilidad que existían entre cada canción para darnos cátedra del adorable español que maneja, con el cual en múltiples ocasiones agradeció a cada uno de los asistentes por formar parte de esa intima velada, en la que definitivamente su voz fue la protagonista de todo este bello montaje escénico que se iba desarrollando con la exquisitez de «Give Out», «Save Yourself», «Tell Me» y una de las más aplaudidas de la noche: «I Don’t Want To Let You Down».
La ejecución musical por parte de su banda era impecable, aún cuando por un momento dejaron a Sharon completamente sola para interpretar una nueva canción que, en sus propias palabras ‘aún no está en ninguna parte, solamente aquí, ahora’. Algunas personas le gritaban preguntándole el nombre de la canción, pero en definitiva se trata de una pieza en proceso que dejó al descubierto el enorme entusiasmo que tiene para meterse al estudio y comenzar a grabar la continuación de su Are We There.
Antes del encore hubo un bloque asesino que inevitablemente erizaba la piel con «Magic Chords», «I Don’t Want To Let You Down» y «Serpents». Además, cabe mencionar que el concierto de Sharon Van Etten fue uno de los pocos en los que aún se puede percibir el íntimo momento que construye la banda con el espectador, ya que en todo momento los asistentes se mostraban atentos, fascinados y cautivados ante el romance que emanaba del escenario hasta los acordes finales de «Love More».
La lluvia ni el caos víal impidieron que Sharon Van Etten ofreciera una presentación simplemente impecable, con lo cual queda demostrado que todos aquellos conciertos que no suelen estar abarrotados por no ser de una banda o artista con un gran nombre, terminan siendo los mejores; los más honestos.