The Day Is The Enemy
The Prodigy
Cooking Vinyl
77%
Por José Carlos Martínez
Para hablar sobre un álbum de The Prodigy, es importante remontarnos a sus primeros días como banda que fueron profundamente extraños e inquietantes con su single debut “Charly”, que fue lanzado en 1991. Los ingleses siempre han sido claramente intransigentes y de mucha confrontación, su música se ha vuelto más esporádica y se nota los veinticinco años que han pasado de carrera musical, y que sin duda su punto máximo lo alcanzaron a mediados de los noventa.
The Day Is My Enemy, es un material violento y furioso, muy parecido a sus primeras producciones en donde no importaba lo oscuro y siniestro que podrían llegar a sonar. Es tan emocionante que no tendrás tiempo para descansar, con catorce, el álbum es una fuerte dosis de big beat y el sonido industrial sintetizado que los ayudó a definirse hace algún tiempo de nueva cuenta los hace fuertes.
El disco es bastante flexible, por ejemplo, «Wild Frontier» se apoya en influencias como Rage Against The Machine y Nine Inch Nails, mientras que canciones como “Destroy”, tiene un toque de dance floor amigable, salpicada de efectos scratch y cantos robóticos. Hay muy poca emoción pop o momentos de luz en The Day Is My Enemy, lo cual hace que sea realmente exitoso y capaz de alentar a que el escucha cierre su cerebro por un momento para concentrarse en lo que provocará en su cuerpo conforme avancen las pistas.
Por momentos puede ser difícil de digerir, pero quizás la banda quería cerrar el círculo de sus primeros discos que eran una reacción de influencias dance pop de los años ochenta. En ese contexto, Howlett y sus compañeros logran puntos a favor por su tenacidad y constancia de querer conservar sus raíces.
Si tenemos que elegir lo mejor del disco seria “Ibiza”, que es una descarga de breakbeat cosido a órganos bastantes presuntuosos. Para los fieles fans de The Prodigy, este álbum debería ser un grandioso regreso a la cruda agresión en la que todos estuvimos varados con The Fat Of The Land.
Esta sexta producción es una bomba de adrenalina musical de ese espíritu punk que los ha impulsado por 25 años, y que parece más fuerte que nunca plasmado en un disco que provocará a los viejos caballos de mar probar nuevamente las mieles de esta increíble banda y capturará a una nueva era de la juventud guerrera.
Después de tanto tiempo en la industria es complicado lograr algo como The Day Is My Enemy, pero estos ingleses se las arreglaron para hacerlo posible y seguir demostrando que están presentes en las viejas y nuevas generaciones.
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