Peace Is the Mission
Major Lazer
Mad Decent
69%
Por José Carlos Martínez
Puede que este nuevo álbum de Major Lazer no sea el más lúcido o el de más calidad, pero sin duda tiene invitados bastante destacados y talentosos que le imprimen una influencia dancehall tan prominente a pesar de que carece de fluidos creativos. Peace Is the Mission, es parte de un lanzamiento de dos registros, con este primer material se intentó resucitar el espíritu de los años sesenta y setenta al estilo Marley y Dylan.
Peace Is The Mission no es un disco brillante, pero si es bastante divertido. El álbum abre con “Be Together”, que es como una rebanada de versos entrecortados interpretados por Wild Belle, aunque por momentos su sonido no transmite absolutamente nada. Una de las canciones más emocionantes es «All My Love», cuyos ritmos de bongo y rap la hacen un track explosivo, asistido nada más y nada menos que por Ariana Grande.
Una de las canciones que más decepcionó es en la que participa MO, con todo y que en la pista de baile sea como un tremendo asesino serial. “Too Original”, es uno de los tracks en donde podemos notar toques de calidad en el disco, que con su fondo funky nos muestra las gotas creativas que caen al exprimir el álbum.
Este tercer material es amargo y difícil de digerir, aunque por lapsos muestra la locura de Diplo en la producción. Al escuchar Peace Is the Mission no encontraremos experimentos ni nuevos conceptos, este disco es un plan para volver a las fuentes eternas de dancehall. Uno de los temas que se encierra en un solo ritmo y no va más allá es “Blaze Up The Fire”.
Si lo comparamos con todo lo que Major Lazer ha creado, este álbum queda en segundo plano, aunque demuestra que la paz se puede lograr mediante el baile. Treinta y tres minutos pulidos en las grabaciones nos siguen dejando con ganas de más por parte de ellos. No hay nada nuevo aquí, pero seguramente sus seguidores están satisfechos con esta nueva producción o por lo menos, si hasta que llegue la segunda parte.
Diplo y compañía tiraron todo sobre la pared, dándose media vuelta y esperando que todo quedara pegado, aunque realmente sólo quedaron salpicaduras de sobras poco cocidas que dejaron mucho que desear.
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