Por Erich Mendoza
Fotos Fresale
6 siluetas dibujadas por las luces de los reflectores destacan sobre el escenario, sus excéntricos atuendos desentonan de lo convencional pero por alguna razón, nada se siente actuado, “nada está de más”.
Comienzan los saludos, los gritos, la conversación entre el público y la banda. Cascabel ha terminado de aturdirnos con su filoso y exquisito sonido y ahora es el turno de La Femme, el platillo principal de la noche.
El sonido de la batería anuncia el inicio del show, mientras que la mezcla de la guitarra y los teclados son como chispas en una línea de pólvora. Cerramos los ojos y comenzamos a bailar y brincar junto con los otros cientos de personas que abarrotaron el Foro Indie Rocks! para ver a esta increíble agrupación francesa. Nosotros entendemos porqué estamos aquí, pero por alguna razón no entendemos porqué junto con nosotros, están otros tantos fanáticos festejando frente al escenario.
Hace un año cuando La Femme visitó México, su paso fue tan efímero y poco anunciado que aquellos quienes tuvimos la oportunidad de verles, casi sentimos como si hubiéramos sido parte de un concierto de culto. Eso, de nueva cuenta, fue hace un año, pues hoy definitivamente la sorpresa nos tomó por la espalda para revelarnos la increíble cantidad de gente que la agrupación francesa ha logrado sumar a sus filas.
Con un hermoso show, lleno de luces y esos riffs agudos y filosos que únicamente se mezclan bien con los arreglos psicodélicos que sus teclados permiten, el misterio de La Femme y su noche de sold out, bien podría resolverse bajo una sola premisa:
El público capitalino está comenzando a darle su atención a verdaderas y auténticas propuestas de calidad.
No decimos que haya que matar a nuestros ídolos, pero quizás si deberíamos abrirle la puerta a nuevos proyectos, a sonidos que si bien no precisan una búsqueda innovadora en el panorama internacional, al menos se presenten con propuestas refrescantes y canciones que nos inspiren cosas nuevas.
En una de las zonas del Distrito Federal donde el público pareciera ser el más apático, olas de de manos se levantaron para aplaudir al unísono de tracks como “Hypsoline” y “Packshot”, gente con los ojos cerrados y las bebidas en mano, se abrían espacio entre el apretado lugar para bailar como si se tratara de una fiesta de los años 60s, mientras que Sacha Got levantaba la mirada únicamente para ver con asombro como el público que pareciera haberse perdido su gira entera por nuestro país en 2014, regresaba para por fin hacerle honores.
Canciones nuevas sonaron sobre el escenario mientras que un par de fanáticos nos revelaban el setlist del show, sin embargo mucha de la emoción llegó cuando comenzó el marcado ritmo de “Nous Étions Deux”, su básico pero adictivo ritmo de batería y ese juego de teclados que nos sumergió en toda la vibra de La Femme.
La Femme fue uno con el público y el público se hizo uno con La Femme. ¿Cómo demonios hicieron para hacer un sold out cuando nadie hablaba de ellos y nadie parecía estar pendientes de su proyecto? No lo sabemos, pero con una presentación tan poderosa y bien realizada como la de anoche, cualquier misterio está de más frente a la talentosa realidad de este conjunto europeo.









