Por Cristina Salmerón
Es quizá la banda brasileña más entrañable que hay, Os Mutantes se formaron hace casi 50 años con Rita Lee, Arnaldo Baptista y Sérgio Dias.
A propósito de ser la banda que encabezó el Festival Marvin, conversamos con Sérgio, un hombre que entre sus canas, su mandíbula temblorosa y la experiencia que le brota por los ojos, conserva un gran sentido del humor, de agradecimiento a la vida, a sus fans y a la música.
Os Mutantes son un grupo estandarte en el movimiento Tropicália en los años 60 y 70 en Brasil, llegó a todo el mundo al igual que la música de The Beatles. Como muchas de las bandas grandes e icónicas, no duraron mucho en es proceso de intensa producción musical, pero han vuelto con Sérgio y otros integrantes (sin Rita ni Arnaldo) para una etapa más donde no se conforman con tocar sus éxitos, sino que tienen canciones nuevas que ofrecer.
FIILTER México: ¿Qué es lo que motiva a seguir tocando a una banda que se formó hace casi 50 años?
Sérgio: El reto de una banda es sobrevivir a la música propia, el hecho de esa música –que fue hecha en un periodo corto de la banda- es que tiene una fuerza tan grande que se metió en el alma de los críticos del mundo y de la gente.
Cuando vi que la música tenía vida propia, que era más grande que yo, o que mi hermano o que Rita, sentí un grado de responsabilidad muy grande, me di cuenta que esta no es una cosa individual. Lo noté cuando nos reunimos en el 2006 y en nuestro reencuentro casi no había gente de mi edad, sino que me encontré solo jóvenes. Esto da la responsabilidad de que si regresas, tienes que hacer música nueva. Si no, no tiene sentido tener una banda. Por ejemplo, ahora acabo de hacer una canción en español para ustedes.
F: Sí, vi que reuniste frases de canciones típicas mexicanas e hiciste una canción con ellas…
S: Sí, de las más conocidas: “Esos Ojos Verdes”, “Perfume de Gardenias”.
F: ¿Qué significa para ustedes que personalidades como Kurt Cobain haya pedido que se juntasen, o que Beck les hiciera un homenaje con su disco Tropicália, o que Devendra Banhart se manifestara fan de ustedes?
S: En esa época yo tenía noción de que existían, incluso escuchaba a Nirvana, pero no tenía idea de que nuestra música hubiese llegado a sus oídos. Después de ellos vinieron también David Byrne (Talking Heads), Sean Lennon, quien un día me mandó un correo electrónico donde me preguntaba quién me había influenciado, y yo de dije: “tu padre”… Fue algo muy curioso, muy chistoso que sucediera así, y luego hizo una portada de nuestro álbum.
F: ¿Cuál de todas las colaboraciones que has hecho recuerdas con más cariño?
S: Tom Zé. Él es maravilloso, es un genio con las letras.
F: ¿Sienten que ustedes perdieron popularidad por cantar en portugués?
S: No, nunca. Fue de las cosas más importantes que pudimos hacer. Nosotros comenzamos cantando en inglés con los Excited Rockers, y teníamos música de los grupos del momento como los Beach Boys, pero al formar nuestra banda decidimos hacer todo en portugués.
Digo, tengo canciones y discos en inglés, pero entonces ya estaba viviendo en Estados Unidos, además, cuando estaba haciendo las letras, todas tenían un enfoque político bien importante para EUA, y las letras cantadas en cierto idioma tienen su razón de ser, si no, hubiera hecho solo música instrumental.
F: ¿Y qué piensas de las bandas brasileñas de ahora?
S: No sé, no he tenido tiempo de escucharlas. Llevo nueve años de gira y sin parar, si he estado en mi casa tres meses, eso ha sido muchísimo. Apenas acabo de pasar tres estaciones del año en un mismo lugar, ahí en mi casa en Las Vegas.
F: Ustedes terminaron la banda en 1978, pero se reunieron de nuevo en el 2006, ¿qué es lo más difícil de comenzar de nuevo tras tanto tiempo?
S: Cuando nos juntamos otra vez en 2006, yo busqué a todos los que participamos en la banda y que creí que podíamos hacer algo muy bueno en vivo y tocar las canciones justo como antes, no todos aceptaron (como Rita), pero lo conseguimos. Entonces, cuando entramos al Barbican Hall (Londres), sucedió algo épico, algo tan fuerte que no recuerdo el show, solo me acuerdo del momento en que subimos y bajamos, lo que pasó en medio es un misterio.
Luego supe que la gente permaneció por 20 minutos gritando “Mu-tan-tes, Mu-tan-tes”, los síguenos shows tuvimos que regresar al escenario ¡hasta siete veces! Hubo una ocasión en que ya estábamos en la camioneta para irnos, ya con otra ropa, y desde ahí regresamos; la gente no se iba y lo estaba pidiendo de verdad, así que había que volver.
F: Ustedes han hecho varios covers, “Yesterday” de The Beatles, entre ellos, ¿a qué bandas actuales les harían un cover?
S: Tengo una idea que aún no realizo y es hacer un disco con covers de esas bandas que mencionaste antes, esas que nos han dicho abiertamente que les hemos influido.
F: Ustedes que vivieron ese cambio tecnológico al grabar música, ¿cuál es la diferencia de hacerlo ahora y hace 50 años?
S: El otro día estaba grabando con Dinho, nuestro baterista, y le pregunté “¿están bien los audífonos?”, y él no estaba ni enterado de grabar con eso. Minha menina, que es uno de nuestros discos más importantes, fue grabado de forma improvisada de principio a fin, nació en el estudio y fue maravilloso.
Ahora he querido volver al “mono-estéreo”, pero es muy difícil juntar a una banda para tocar todos juntos. Era fácil cuando todos vivíamos con nuestros padres, pero ahora cada integrante vive en una ciudad distinta, tiene otros deberes, hijos…
F: Muchas bandas se juntan de nuevo para dar conciertos, para provocar la nostalgia y hacer tours, pero en realidad no componen nada nuevo. Ustedes tienen ya dos discos nuevos desde que se reunieron…
S: Y comencé el tercero con “Esos ojos verdes”. Para mí no tiene sentido tocar si no estás vivo musicalmente, mi persona no concibe ser un taxista que pone el destino y viaja sin saber a dónde. La música debe renovarse porque es un pasión, si no lo hiciésemos nos convertiríamos en una banda de covers y eso es horrible.
F: Y sobre su público de ahora, ¿qué es lo que notas de diferente con el de antes?
S: El otro día estaba tocando y vi una señora de 60 años, al lado un chico de 20 y luego un muchachito de 12, tenía de todas las edades ahí y todos cantando, esas son las cosas que te hacen ver que tu obra es mucho más grande que tú, que tiene vida propia.





