Por Ernesto Olvera / @Ernestime
Aunque los tiempos van cambiando y con el nacimiento de vías de comunicación que nos acerquen a todo tipo de contenidos, la humanidad sigue teniendo un grave problema con su propia existencia: los estigmas y complejos a los que se ven expuestos a la menor provocación. Temas como la religión, la sexualidad y los fetiches que pueden ser abordados desde un ángulo muy natural, terminan convirtiéndose en una perturbadora ironía para las personas a las que les siguen temblando las piernas cuando se encuentran acorralados en alguno de sus escenarios.
Jenny Hval toma esas imágenes y las expande para someter a todo aquel que se atreva a entrar en contacto con la hipnosis y la estimulante seducción que portan sus cuerdas vocales. Todo en ella es subliminal, ya que así como puede incorporar en sus canciones arreglos instrumentales que nos hagan sentir en el cielo, la lírica de cada una de ellas tiene una tendencia confrontadora en la que reta de forma directa a nuestro pensamiento.
Uno de los ejemplos más claros sobre eso se ve reflejado en las primeras líneas con las que nos recibe en Innocence Is Kinky, un álbum en el que entabla una discusión sexual con ella misma para poner a prueba sus límites y lo placentero que resulta el poder ir más allá cuando se dejan a un lado los estigmas sociales. El corte que le da nombre a esa producción, reúne todo lo mejor que vive en su interior para absorber por completo la podrida esencia de la humanidad, el deseo y la pornografía.
Pero, ¿a qué se debe éste fenómeno? Bueno, pues básicamente podemos decirles que la intrigante imagen que ha ido construyendo desde Viscera ha contribuido a que con cada álbum tenga una mayor ambición para crear un mundo nuevo. Lo mejor de todo, es que esos mundos no son un proyecto individual y efímero, sino más bien son piezas que se van entrelazando como si se tratara de un rompecabezas que nos ayude a descifrar el verdadero significado de Soft Dick Rock.
Jenny Hval tiene un mensaje que va más allá de lo convencional. En Apocalypse, girl, no solo abarca los mismos temas de sus discos anteriores, sino que además pone en una balanza el sexo femenino y masculino para desnudar por completo sus posturas en el mundo moderno. La intención del álbum está enfocada a orillar a la humanidad a que pase por una reinvención de sí misma para alinear sus pensamientos y eliminar de una buena vez por todas las divisiones que existen entre ambos, partiendo principalmente del feminismo.
Con Jenny Hval no tienen por qué tener ningún tipo de miedo, ya que dentro de su personalidad confrontadora y llena de cosas que pueden hacerlos sentir un poco incómodos, porta con un fuerte sentimiento que nos incita a soñar e imaginar nuestro propio mundo para repetir con ella una y otra vez: ‘So much death inside my body – Heaven, I’m sorry, I just want to feel‘
Y aunque existen algunos vídeos en la red sobre cómo se van desarrollando sus conciertos con Apocalypse, girl, de nada sirve que se los dejemos en este pequeño apartado debido a que nada de lo que verán ahí se repite en el siguiente show. Con Jenny Hval deben de estar preparados para lo inesperado y afortunadamente tendremos el privilegio de poder contemplar su magistral belleza como parte del Festival NRMAL en 2016.





