Por Ernesto Olvera
Fotos Fresale
Luego de haber ofrecido un inesperado concierto en Querétaro, Korn se dieron una vuelta por la Ciudad de México para darnos un pequeño viaje en el tiempo para recordar sus momentos de gloria. Sí, esos en donde los veíamos dando el roll con Fred Durst, destrozando autos en sus vídeos o musicalizando una historia de bullying universitario.
Lo que sí es que la banda, aún con sus múltiples cambios de alineación, jamás ha perdido la consistencia con la que comenzaron a posicionarse como una de las mejores bandas del circuito denominado como ‘nu metal’, el cual puede que a muchas personas les siga incomodando, pero no podemos negar que fueron uno de los rostros con los que se identificó el género en medio de la agonía de los 90 y el inicio de los dosmiles.
Eso en parte se debe a Jonathan Davis, cuya voz tiene un distintivo muy poderoso que con el paso de los años parece adquirir una fuerza mayor, tal y como lo pudimos comprobar la noche de ayer durante su presentación en el Pepsi Center WTC.
Inicialmente se pensaba que Korn estaría tocando de principio a fin su álbum debut, pero la realidad es que hicieron una mezcla que más bien nos fue dando un recorrido a través de los puntos más altos de su carrera. Al igual que cada uno de sus conciertos, «Blind» fue la canción elegida para arrancar con una presentación que desde que estaba tocando Terror Universal (acto abridor) pintaba para ser simplemente memorable.
Y no es para menos, en cada visita a nuestro país, Korn ha demostrado ser sinónimo de calidad cuando se trata de ofrecer un show que se encargue de unir a las personas en un festín de saltos, empujones, gritos y aplausos que incitan a Jonathan Davis a gritar cada vez más fuerte ‘ARE YOU REEEAADY??‘
Ver a Head disfrutando cada acorde en compañía de Munky, Fieldy y Ray, fue una cosa que de inmediato nos hizo pensar en aquel momento en el que la banda se encontraba promocionando su Untochables. Era como si el tiempo jamás hubiera pasado y que aquella barrera que puso Head durante un tiempo con la banda, había desaparecido por completo para volver a tocar como en familia.
Eso le dio un toque más especial a canciones como «Somebody Someone», «Falling Away From Me» y por supuesto «Twist», la cual desde que comenzó a sonar se encargó de sacudir por completo el Pepsi Center WTC.
En la actualidad podrán decir mil cosas sobre Korn y sobre la nula vigencia del nu metal en general, pero honestamente no podemos minimizar su trabajo cuando en vivo dejan muy en claro que no fueron una moda pasajera o un fenómeno que vino a darle una mayor proyección al logo de Adidas (o a las gorras de los Yankees de NY). Al contrario, cada que visitan nuestro país dan un show mejor que el anterior, con todo y que en el setlist dejen fuera algunos de los tracks que muchas personas quieren corear sin piedad como la misma «A.D.I.D.A.S».
Por otro lado, en su concierto de ayer también aprovecharon para presentar algunos covers como el de «Another Brick In The Wall» de Pink Floyd y un pequeño fragmento de «One» de Metallica durante la parte final de «Shoots And Ladders».
Llámenlo nostalgia, pero más de la mitad de los asistentes en el Pepsi Center WTC seguramente se acordaron de esa etapa adolescente en la que le pegaban stickers a sus cuadernos con las ilustraciones del Follow The Leader, o cuando se quedaban despiertos hasta las 10 PM para ver un vídeo de la banda en MTV.
Fue una noche para recordar, para disfrutar y seguir confirmando que Korn tiene un indudable valor en el metal que se ha venido haciendo en las últimas décadas, así que no hubo una mejor manera de concluir la que con dos de sus más grandes clásicos: «Got The Life» y «Freak On A Leash».
Puede que suene un poco exagerado decir que fue una noche de recuerdos y nostalgia cuando Korn ya nos ha visitado en varias ocasiones, pero ayer se sintió especial… como si hubiera sido su primera vez, esa en donde la euforia que desataron en los dosmiles bastaba para hacer que sus conciertos fueran simplemente épicos.
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