Por Milton Barboza
Seguramente muchos de ustedes no habían ni nacido cuando la banda de Boston ya estaba desintegrándose en 1993, o quizá apenas estaban en pañales.
Lo cierto es que, hablar de los Pixies es innegablemente un must si se trata de estructuras sonoras que dieron pauta a muchos de los géneros que se conocerían después, siendo el más importante el grunge (seguro la mayoría ya sabe que Kurt Cobain se inspiró en muchos de los acordes de canciones de Pixies para “Smells Like Teen Spirit”).
Con el regreso de la banda a los escenarios tras poco más de una década en la que cada uno de los integrantes se dedicó a picar piedra por su lado (Frank Black como solista, Joey Santiago con su banda The Martinis y apoyando mucho a Black, David Lovering como mago… sí, como mago y la muy querida por los fans, Kim Deal, con sus bandas The Breeders y The Amps), el suspenso quedaba en el aire pensando en si podrían volver a hacer música nueva y, sobre todo, si la creatividad no sería cartucho quemado después de tantos años.
La realidad es que tuvieron que pasar otros diez años en los que sólo se dedicaron a dar conciertos, para por fin aventurarse a entregar música inédita cuyo resultado no a todos agradó, pero que confirmó que tenemos Pixies para rato.
Así pues, a unas semanas de haberse estrenado el más reciente material de la banda llamado Head Carrier, y ya con Kim Deal fuera de la alineación y con otra chica supliéndola en el bajo (Paz Lenchantin), es necesario hacer un recuento de cuál es el mejor y cuál el menos bueno de esta legendaria banda…
7.- Indie Cindy (2014)
Muchos medios le dieron con tubo al sexto álbum de estudio y que saliera después de 23 años de no tener nada nuevo bajo el brazo. La verdad es que compartimos este concepto, el material pese a tener buenos momentos como la canción que le da nombre al disco, demostró que Lovering, Black y Santiago estaban un tanto empolvados creativamente.
6.- Head Carrier (2016)
Pasaron un par de años y la banda volvió con nuevo material apenas el pasado 30 de septiembre con mejores bríos, composiciones más dinámicas, con Paz Lenchantin más que posicionada en el bajo e incluso apoyando mucho a Frank Black en la composición; pese a todo esto no llega a ser el gran material pero sí cuenta con tracks muy buenos como “Talent” y “All Think About Now”.
5.- Come On Pilgrim (1987)
El disco debut de la banda de 1987 (a nada de cumplir 30 años) es una muestra de lo que podrían ser los de Boston con el paso del tiempo. Un disco crudo, delirante, con un Black Francis destrozando su voz… Si podemos ponerle un pero, es que sólo fuera un EP de ocho canciones. Canciones infalibles, “Vamos (Pilgrim)”, “Levitate Me” o “Caribou”.
4.- Bossanova (1990)
Podríamos decir que esta producción es la más “introspectiva” de la banda, donde hay canciones muy relajadas como “Is She Weird”, “Havalina” o “Ana”, que enriquecieron el repertorio de Pixies para bien; aunque también encontramos portentosas obras como “Velouria”, “Dig For Fire” y “All Over the World”.
3.- Trompe Le Monde (1991)
El último disco de la primera etapa de Pixies es poderoso de principio a fin, no tiene más que un segundo entre canción y eso hace que no haya forma de detenerse a pensar en lo que se acaba de escuchar. Era un momento difícil cuando se dio a conocer este material, pues se decía que Black Francis y Kim Deal ya andaban con problemas; pese a ello dieron cátedra de calidad. “Alec Eiffel”, “Planet of Sound”, el cover a The Jesus And Mary Chain, “Head On” y le hermosa “Bird Dream Of The Olympus Mons”.
2.- Surfer Rosa (1988)
Aquí vendrá la manzana de la discordia: ¿Surfer Rosa o Doolittle? Para pronto, el segundo álbum de 1988 es una continuación de lo que abrieron con el Come On Pilgrim, la distorsión y el sonido áspero apuntaba a que la banda emprendería un camino hacia ese lado llamemos “sucio” pero con algunos tintes de perturbadora tranquilidad en la canción más exitosa: “Where is my Mind?”. Otras igual de valiosas son “Break my Body”, “Gigantic”, “River Euphrates” o “Cactus” (que hasta el difunto David Bowie versionó en 2003 para su disco Heathen).
1.- Doolittle (1989)
De 1989, este álbum es el que resalta sobre los demás; desde el momento en que se pone play, se comienza a sentir el cuerpo energizado, “Debaser” muestra la cara más dinámica de unos Pixies que se escuchan más estilizados y maduros en los instrumentos, “Tame” y la voz desgarrándose poco a poco de Francis aderezada con esa pausa en donde los jadeos de Kim Deal invocan a tantas cosas… “Wave Of Mutilation” y su letra surrealista que lleva a océanos musicales únicos. “I Bleed” que vuelve a desestabilizar el oído con un bajo sórdido, la batería que acompaña y un riff de guitarra impecable.
“Here Comes Your Man” siendo la balada más atemporal que los Pixies hicieran, con esos sonidos de rockcito como de los 50, glorioso. “Dead” y la posibilidad de matarte por medio de acordes temerarios sin control. “Monkey Gone To Heaven” que evoca números celestiales, figuras bíblicas a través de voces tenues. Y “Mr. Grieves”, que nos lleva de la mano a un estremecedor “Crackity Jones”, que le pone el tono más punk al álbum para ser utilizado en cualquier mosh pit respetable.
Para seguido, entrar a la intensa batería de “La La Love You” que canta sensualmente David Lovering. “No. 13 Baby” que sirve como puente para aterrizarnos en “There Goes My Gun” que con algunas letras y un increíble acompañamiento musical genera un gran momento.
Y el perfecto grito de “Hey”, encumbrada canción… sin duda una de las mejores (sino es que la mejor) de la banda. Con una trama llena de prostitutas, encadenamientos y amor del bueno o malo… según como se mire.
Casi pasa poner el punto final “Silver”, una canción como del viejo oeste que parte en dos el ritmo de todo y nada, del intenso a la relajación para “Gouge Away”, forma maestra para finalizar con un golpe seco al cerebro.
En resumidas cuentas, 38 minutos que pueden escucharse una y otra vez hasta acabarse los tímpanos en el mejor álbum de Pixies.