Por Steff Torres / @stefftorress
Para la sexta edición de HERTZflimmern, la feminidad tomó el control de las máquinas, demostrando que el talento, no es una cuestión de género. Ofreciendo un cartel mitad nacional y mitad extranjero, fueron cuatro las mujeres que, con su música hicieron bailar a todos en Bajo Circuito.
Kris Berle con samples de cantos operísticos atrajo la atención de los asistentes, que habían llegado temprano. Los potentes cantos que se debatían entre lo eclesiástico y el suplicio cedieron, ante ritmos tribales y percusiones fulminantes. Aunque hubo momentos que caían en la monotonía, las líneas de bajo aderezadas con los acordes de la canción “&ME” reunieron a todos a bailar, para mostrar al final del set a una Kris Berle más suelta y relajada.
Regina Puma subió al escenario para llenarlo de energía. Reforzando la esencia de una edición, donde las mujeres eran las protagonistas, hizo resonar parte del discurso escrito por Nina Donovan y recitado por la actriz Ashley Judd en la pasada Marcha de las Mujeres contra Trump a través de las bocinas. Cuando las palabras de “We are here to be respected. We are here to be nasty«desataron gritos y un baile frenético. Mezclando destellos disco bases de un techno delicado y disfrutable el talento nacional relució.
La maestría de Mila Stern pudo escucharse desde el primer segundo, un sonido refinado y vigoroso que se contraponía a la seriedad de su rostro. Con un set que se antojaba infinito, lleno de matices, que repasó diferentes aspectos del Techno dio una cátedra inigualable. Música alucinante que provocaba el choque de cuerpos, el aire faltaba y el corazón parecía estallar en cada latido. Los beats de Mila son constantes e inquebrantables, sacuden las conciencias y hacen bailar hasta caer rendido.
El momento había llegado, chiflidos, aplausos y gritos de emoción resonaban mientras Lena Willikens preparaba sus instrumentos. En cuanto una luz roja se posó sobre la figura de Lena, el ambiente cambió, el concreto que recubre Bajo Circuito se volvió un espacio inquietante. Los sonidos oscuros y profundos se apoderaron del lugar. Lena es fiel seguidora de la electrónica oblicua, que genera movimiento y sorprende a su público. Percusiones que erizaban la piel, bajos rítmicos, y cambiantes mantuvieron en medio de una pista insaciable hipnotizados a los cuerpos que entregaban a su sonido vampirizado.
Cada día hay más mujeres que se entregan a la música electrónica. HERTZflimmern #6, demostró que se puede derribar sistemáticamente la idea de que este género sigue siendo dominado por hombres.
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