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NOTICIA

Yoga Fire a la conquista de ‘La Ciudad del diablo’

Por Alexa Olán / @alexandraolan

A partir de ser invitados a festivales es cuando nos dimos cuenta de a dónde podría estar mejor direccionado el proyecto. Tocamos más en otros ambientes que en el rap, tal vez en nuestra escena tocamos una o dos veces al año y en el Pata Negra o festivales estamos tocando constantemente, esa banda se puede quedar a chupar hasta las cuatro de la mañana echando desmadre y crean muy buen ambiente.

¿Who te f*ck is Yoga?

Nosotros hablamos de drogas, crimen y morras dice Yoga que casi siempre habla en plural para referirse también a sus compañeros de Homegrown, disquera conformada por artistas como Alemán, Simpson AHuevo y La Banda Bastón; nombres que han estado presentes en los festivales y venues más importantes de la ciudad en los últimos años.

Así como en Street Fighter, sus Yoga Flames son versos que emergen como el fuego en cualquier escenario que se presente, sea en un recinto pequeño o un festival siempre se encuentra acompañado del Team Homegrown que se encarga de, y más que compañeros de trabajo los describe como una familia:

Siempre que cae un festival para cualquiera del roster todos nos emocionamos, venimos enrachaditos y estamos contentos. Antes de ser del roster tienes que ser bien compa, eso si ayuda bastante, que se ve un frente unido y de repente puede ser que toque el Simpson en Ceremonia y saque al Alemán o a mí y la gente se vuelve loca. A la gente le late un chingo eso porque ya saben que podemos salir o que vamos a andar por ahí y nos van a ver, pueden echar coto, la chela o la foto. Hay compromiso y hay amistad, nosotros si somos compas y nos echamos la mano.

Yoga Fire platicó con nosotros acerca de las temáticas que acompañan sus versos, como es rapear dentro de la escena indie y sobre cómo mantener una actitud punk.

La ‘Ciudad del Diablo’ como inspiración

Desde las alturas de Ecatepec se pueden apreciar colinas grisáceas atiborradas de viviendas que albergan a su más de millón y medio de habitantes, siendo un municipio en el que los asesinatos y la delincuencia están a la orden del día este se convierte en el escenario que inspira los versos de ‘La Ciudad del Diablo’.

Es muy delgada la línea entre ser un cronista y ser la voz de los que no tienen voz o hacer apología del delito. Nosotros venimos de escenas de crimen feo, hemos pasado por la criminalidad también en algún momento y a Homegrown (la disquera) lo vemos a veces como un programa de reinserción en la sociedad a través de tus talentos; tienes que estar en el estudio relatando todo ese dolor y lo que viviste y de seguro a alguien le servirá, entonces ya te sales de ser actor, juez y parte para relatar todo lo que ves a través de tu ventana, hay mucha gente que además hace ficción porque también se viven unas peliculotas.

Todo artista tiene su musa y Yoga la ha encontrado dentro del caos y el crimen de su ciudad natal. Algunos artistas han sido acusados de glorificar la violencia que vivimos actualmente en México e incluso incitar a reproducir esta, pero él piensa que como artistas hay una cierta responsabilidad social al momento de interpretar sus líricas

El problema es a veces a la gente que le llegamos, le llegamos a gente muy muy joven y por ejemplo nuestra canción más famosa que tiene como 2 millones de plays habla de coca, todo es eso, la letra es eso, el video es eso, hay apología del consumo, nosotros lo hicimos porque esa es nuestra vida, pero de repente cuando un niño de trece te manda tu coro ya te quedas así de “Nel wey, ¿Qué les estoy enseñando?” (risas) entonces no sé, si hay como una responsabilidad social que he sentido en estos últimos años, antes yo era más de “No me importa, si tu no educas a tu hijo no es mi culpa, es culpa de su papá que no habla con él…” Si mano, pero tú te ves más cool que su papá y tú te vistes más cool que su papá, entonces el morro obviamente le va a hacer más caso al vato del video que está dándose unas líneas que a su papá que le dice “Hijo, esto es algo malo…” entonces últimamente hemos sido más cuidadosos con eso del contenido. El disco que voy a sacar ahorita es de puro trap más a la crónica, más a la denuncia diciendo “estoy harto del pinche policía corrupto pero también estoy harto del pinche secuestrador y yo soy un ciudadano normal”, el otro disco es así como de ciudadano a ciudadano, yo también soy un habitante que es víctima y ya ningún lugar está exento de esto, en México la ‘Ciudad del Diablo’ se ha expandido…

Como rapear dentro del indie y no morir en el intento

La ciudad es recia y compleja, difícilmente se deja domar entre su caótica naturaleza y sus multifacéticas escenas y aquí es donde aparece Yoga detrás de lentes oscuros y un micrófono, convergiendo con artistas de toda clase de géneros musicales en distintos escenarios con actitud de ‘Who cares!?’

Fíjate que llegas a los festivales y ves a la banda indie bien tranquila y buena onda, en plan de “Ya llegue a tocar con mi agua y mi fruta” y nosotros podemos llegar con, no sé wey… con un preparado de codeína o a veces llegamos con un look más punk, más rotos, más estrafalarios y con pelos pintados. Yo creo que nos han aceptado porque les parece que de alguna manera mantenemos vivo ese espíritu del rock o del punk, nos ven y dicen “miren a estos desmadrosos wey…”, también ha sido mucha chamba de lo visual, de como nos ven. Nos hemos hecho muy buenos compas de los Big Big Love o Santi (Little Jesus) y hay muy buena onda, le caemos a su estudio a ver en que andan y hay muy buena convivencia, somos muy buenos compas y eso la banda no lo topa ni se lo imagina.

Ser punk es hacer tus propias reglas

Han pasado más de 40 años de la explosión del movimiento punk y es difícil alimentar esa llama hasta hoy en día. La protesta misma pareciera que ha adoptado una formula que se repite una y otra vez cada que alguien toma un micrófono, ¿cómo es que Yoga percibe la crítica política en la música?

Nos mantenemos apolíticos en nuestras canciones, sí leo, voy a las marchas y me informo de las situaciones pero lo veo más como una estrategia de popularidad como la hace Obrador y al final todos son unos pinches snobs. Yo me mantengo al margen porque a veces siento que la banda ni siquiera es tan activista, ni siquiera es tan comprometida y solo anda en el pinche mame para estar en la onda gritando “Pinche Trump”, es como cuando dices “A ver banda, que chingue a su madre la policía” o “Esta pinche canción es para Peña Nieto” (chiflidos) ¡Pues si wey….! Lo que es mentarle la madre a Peña, a Trump y al América ya está muy visto… Es muy difícil ser un verdadero activista anarco-punk.

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