Por Ernesto Olvera
Fotos Fresale
A lo largo de sus siete años de vida, el Festival Marvin se ha ido haciendo de una notable reputación por mantenerse fiel a sus ideales y por brindarnos una experiencia donde el sentimiento que se apodera del circuito Roma-Condesa gira en torno al amor a la música.
En serio, el poder conocer proyectos que poco a poco están abriéndose paso en nuestro país y en Latinoamérica, hace que ver a los headliners sea aún más emocionante ya que desde su primera edición pudimos ver bandas que ahora figuran en los horarios estelares del festival, así como en otros eventos que comparten la misma emoción.
Además, no por algo en esta ocasión todos los boletos se agotaron y para darle una pequeña probadita a todos aquellos que no pudieron adquirir un pase para colarse en Covadonga, Cinespacio, El Foro Bizarro o Pata Negra, también existía un escenario al aire libre en el corazón del Parque España con conciertos gratuitos que desde el primer hasta el último acto funcionó como la carta de presentación más adecuada para quienes no han podido vivir el Festival Marvin en años pasados.
Para empezar nos recibió la hermosa Kristin Kontrol, quien después de mandar a una mejor vida a las Dum Dum Girls, ahora estuvo por acá con un proyecto más apegado al synth-pop y con el cual publicó su álbum debut el año pasado con el nombre de X-Communicate.
Si tuvieron chance de verla con la banda en el pasado, está de más mencionar que su ejecución vocal es más que impresionante, solo que al eliminar los rítmos acelerados y los riffs que en ocasiones pasaban por encima de ella, ahora pudimos vivir un momento mucho más íntimo donde nos hizo parte de sus experiencias personales.
Sus contoneos corporales nos insitaban a movernos como si estuviéramos en un picnic en compañía de nuestros mejores camaradas, ya que el sonido que maneja fue el más adecuado para arrancar con un recorrido que pintaba brutal para los pies (aunque había camionetas y un turibus que los transportaban a cada venue).
Eso si, además de soltar canciones de su disco, también aprovechó para debutar un par de canciones nuevas y un cover a «Coming Down» de Dum Dum Girls al final de su set.
Luego de ver a Kristin Kontrol nos dimos una vuelta por el Covadonga, el lugar que siempre suele ser la casa de los headliners del festival. Para muestra el set acústico de Adán Jodorowsky en la parte baja del lugar, en la cual también hubo sets bastante agradables por parte de Manuela (proyecto de Nick McCarthy de Franz Ferdinand), She’s a Tease y Carmen Costa.
Adán, por su parte, además de incorporar canciones que fueron inmortalizadas por su álter ego natural de Adanowsky, también nos deleitó con un par de temas que formarán parte de su próximo álbum de estudio y que en definitiva estará haciendo mucho ruido durante el segundo semestre del año.
¿Pensaban que el festival estaría bastante suavecito? ¡Pues NEL! Ya que a partir de las 3:30 PM las cosas se comenzaron a poner bastante intensas con las altas dosis de ruido de No Age, quienes desde el inicio no se anduvieron con rodeos y le subieron a todo el audio del Covadonga para dejarnos con un peculiar zumbido en los oídos.
Aunque ya llevan un buen rato sin sacar algo nuevo, la banda proveniente de Los Ángeles se aventó un set que estuvo muuuuuy lejos de decepcionarnos, ya que con una acelerado recorrido a través de su catálogo nos fueron quitando la tensión corporal que se fue acumulando durante la semana, sin mencionar las primeras gotas de sudor que fueron apareciendo en la frente de las personas.
Al salir de Covadonga y de escuchar un poco del brutal set de Los Viejos, corrimos al Cinespacio para ver a una de las nuevas integrantes del catálogo de Cascine (sello que ha trabajado con Yumi Zouma, Selebrities y Kisses).
Obviamente estamos hablando de NOIA, quien hace algunas semanas estuvo en un festival en Monterrey, pero ahora se dio una vuelta por la CDMX para dar catédra del seductor synth-pop que le da vida a su más reciente EP titulado Habits.
Una de las cosas que hacen que el Festival Marvin sea muy especial, es la respuesta que tiene la gente con cada uno de los actos del cartel. No importa si es pop, hip-hop, punk, hardcore o algo más electro, al final la camaradería y la hermandad que existe en el festival hace que se pueda disfrutar de todo lo que sucede sin complicación alguna.
Directo desde California y antes de echarnos un taquito entre las calles del circuito Roma-Condesa, nos regresamos un rato al Covadonga para ver a los chicos de Trails and Ways, quienes en este momento siguen promocionando el álbum que sacaron el año pasado con el nombre de Own It y que por alguna extraña razón pasó un poquito desapercibido.
Afortunadamente su presentación contó con las personas suficientes para erradicar esa acción y que se le haga la justicia del mundo a su exquisito sonido californiano.
Quizá uno de los ejemplos más claros de la interacción que existe entre las bandas y el público durante el festival, fue cuando Touché Amoré se subio al escenario del Cinespacio para dar un brutal (y caluroso) set. El lugar estaba abarrotado y desde ahí ya era obvio que el slam y el crowdsurfing estaría a más no poder.
El conflicto de Touché Amoré vs Black Lips fue más que evidente, pero sea cual sea la banda que hayan decidido ver, seguramente se la pasaron de lujo, ya que mientras en Cinespacio estaba un ensordecedor set al mando de la manda de Los Ángeles, en el Covadonga los Black Lips armaron un tremendo fiestón donde los empujones estuvieron acompañados de rollos de papel de baño y una energía incomparable.
Tal vez este fue el momento donde nos dimos cuenta de que el Festival Marvin se encuentra en su mejor forma posible y que a partir de su séptima edición nos estarán entregando cosas aún más increíbles para seguir teniendo experiencias que lleguen para no salir de nuestra memoria.
El empeño que le han puesto a la curaduría, la organización y la comodidad que existe para desplazarse de un lugar a otro, fue muy evidente cuando estuvo este letal duelo en la Roma entre Touché Amoré y los Black Lips.
Si bien el dolor en los pies empezaba a hacer de las suyas, llegó el momento más esperado del día: Television. Quizá habrá algunos odiosos que digan que no es para tanto emocionarse por una banda, pero cuando se trata de un nombre del calibre de Television, no queda de otra más que ponerse de rodillas y colapsar ante su poderío.
Celebrando los 40 años de su maravilloso Marquee Moon, la banda estuvo de visita por primera vez en nuestro país para tocar 8 canciones que en algunos momentos parecían interminables. Era todo un trip que en ocasiones parecía ser un sueño; una ilusión; algo que hasta hace unos meses parecía imposible.
Pero ya saben, tal y como lo mencionó Tom Verlaine: ‘Estar en México es un sueño hecho realidad‘. Y si, para nosotros también, ya que en cada acorde de guitarra liderado por Jimmy Rip provocada un peculiar escalofrío en la piel como los de «Venus», «I’m Gonna Find You» y por supuesto, «Marquee Moon».
Tal vez nos habría gustado que su set durara un poco más, pero luego de echarse «Marquee Moon» y de una breve pausa, regresaron en medio de una oleada de aplausos para despedirse a lo grande con «Friction».
Es triste pensar que esta puede ser la primera y última vez en la que los veremos en vivo, pero siempre estará la esperanza latente de que vuelvan a nuestro país en un futuro cercano luego de la tremenda respuesta que tuvieron por parte del público, el cual les aplaudió y coreo absolutamente todo.
Como el Festival Marvin está diseñado para tener nuevas experiencias, también se presta para viajar un poco en el tiempo y recordar esas fiestas a las que nos lanzábamos cuando éramos un poco más teenagers y sonaba «Drugs In My Body» de Thieves Like Us en repeat.
Es por eso que el haber puesto a la banda como la cereza del pastel en la parte superior de Covadonga se sintió como lo más adecuado, ya que además fue el momento donde el venue estaba bastante atascado con personas que solamente querían fiestear hasta que los sacaran del lugar.
Y así fue, poco antes de las 12 am las cosas llegaron a su fin con una dosis de buena onda (y más calor) al mando de Thieves Like Us, aunque no se puede ignorar el hecho de que no todos conocían lo que estaban tocando con excepción de los hits… como «Drugs In My Body», canción con la que oooobviamente dieron por terminado el primer show de su gira por México.
¿Qué más podemos decir sobre el Festival Marvin? Es un festival que cada año se hace más fuerte y que no deja de sorprendernos con la amplia carta que tiene con opciones para pasar un día repleto de música, risas, buenos snacks y momentos donde el baile en cada una de sus expresiones se convierte en su motor principal.
¡No podemos esperar para ver que presentarán en 2018!