Por Francisco Reyes / @warsawx
Con una propuesta interesante y muy publicitada por sitios de música independiente, Lil Peep apareció en el mundo del hip hop combinando el sonido y estética del emo con el trap, formando parte del llamado “cloud rap”. Después de algunos mixtapes que dejaron un poco que desear y numerosos sencillos, por fin podemos escuchar su álbum debut, el cual, en efecto, nos provoca querer cortarnos las muñecas… Por las razones equivocadas.
Come Over When You’re Sober, Pt. 1 es el primer material de Lil Peep compuesto con música original sin uso de sampleos, donde anteriormente ha utilizado música de Brand New, Death Cab For Cutie y Owen, resultando en un hip hop melancólico con letras que, si bien eran malas, resultaban entretenidas. Ahora nos encontramos despojados de este sonido que hacía interesante a Lil Peep y escuchamos un álbum vacío y muy genérico que suena a cualquier artista del vasto universo que es soundcloud.
Los primeros tres tracks nos introducen al estilo mitad cantado, mitad rapeado de Lil Peep que se agota rápidamente para el cuarto track, U Said, donde descubrimos que básicamente ya escuchamos todo lo que el álbum tiene por ofrecer. Los beats se vuelven repetitivos y la voz aburrida y plana se encarga de recitar unas letras que no paran de volverse ridículas.
Si bien la mayor parte del álbum pasa totalmente desapercibida, cuenta con tres tracks destacables: Benz Truck, Better Off (Dying) y Awful Things. En ellos, Lil Peep muestra una ejecución más enérgica que lo pone al frente de la producción y le permite utilizar los beats de una manera más natural que en el resto del álbum.
Al final, el álbum es una afirmación de que es un artista de sencillos con una idea interesante pero mal ejecutada; un concepto único que falla en emocionar. No sólo parece que Lil Peep no ha evolucionado, sino que ha retrocedido a un estado amateur con una producción bastante pobre y poco creativa.
Lil Peep no es el futuro del emo y Come Over When You’re Sober, Pt.1 no es el álbum que esperábamos.