«The Gate» no solo es una de las canciones más hermosas que ha compuesto Björk en años recientes, sino también es el más claro reflejo de lo que sucede en el interior de una persona cuando atraviesa por un proceso de sanación emocional.
Ese escenario fue retratado por Björk de una forma donde la realidad y la fantasía se encuentran en un lugar lleno de reflejos, entidades e imágenes caleidoscópicas con las que nos incita a ver más allá de nuestro alrededor; a no limitarnos; a volver a creer; a encontrar la paz interior y dejarnos llevar por el amor en su estado más puro.
La parte más poderosa de la canción se puede apreciar en su fascinante trabajo visual, ya que la estética que manejó Andrew Thomas Huang para hacer que hasta el más mínimo detalle luciera tan elegante, le inyecta un toque más imperial a la presencia de la islandesa.
Además en él la podemos ver portando un vestido diseñado por Alessandro Michele pero… ¿saben qué? no se claven tanto en este mar de palabras, mejor vean cómo fue que nació el maravilloso universo de «The Gate» en el detrás de cámara que revelaron.
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