Por Ernesto Olvera / @MyBlogCliche
Fotos José Ignacio Hipólito
Después de algunos intentos fallidos donde parecía que por fin veríamos a los texanos de Ringo Deathstarr, el pasado 2 de marzo ese sueño que cada vez se iba complicando más y más, fue una realidad en el showcase de Levitation como parte de los preparativos previos a NRMAL.
Pero vamos por partes, si bien ellos eran el platillo principal de la noche, el show nos recibió con la fresca novedad de que el festival ya era sold out y eso representó algo sumamente importante para su historia, ya que esta es la primera vez en la que la venta de boletos tuvo una demanda bastante alta desde que anunciaron a Mac DeMarco.
Éste es todo un suceso y algo que nos conmovió de forma natural por el cariño que le hemos agarrado a NRMAL desde su joven edición en Monterrey, hasta ese instante donde decidieron jalarse todo el festival a la CDMX.
Es por eso que la celebración en el Pinche Gringo tenía que ser doblemente especial, ya que además de este notición, la amistad del festival con Levitation se solidificó aún más y para muestra de eso, el fino set que se aventaron Los Mundos.
La banda tiene un porte muy particular con el que logran incorporar los elementos más pasionales del shoegaze para ir moldeando su propia personalidad y, si bien todavía es un acto relativamente joven, con cada uno de sus conciertos han ido adquiriendo una mayor confianza con la que logran transmitir a la perfección las genuinas emociones que le dan vida a sus canciones.
Lo mismo pasa con Holy Wave, un acto mucho más experimentado, pero que en cada una de sus visitas a México nos muestran un lado mucho más establecido y, lo mejor de todo, es que en esta ocasión le cayeron a la CDMX para presentar su nuevo álbum de estudio.
Ringo Deathstarr era uno de los tantos nombres que aparecía en aquel (casi mítico) MTYMX, justo cuando la banda apenas estaba trabajando en lo que se convirtiría en Colour Trip, su disco debut.
Desde entonces la banda estuvo trabajando en más lanzamientos que solo alimentaban nuestra hambre de tenerlos en la CDMX con un show que nos diera la oportunidad de verlos en todo su esplendor; en un ambiente más natural donde nuestros ojos tuvieran un contacto directo y por ende dejarnos llevar por las ondas de ruido que suelen provocar con sus pedales.
Con la tenue iluminación del lugar y las clásicas proyecciones que podemos encontrar en Levitation, el trío nos brindó todo eso que estuvimos pidiendo a gritos desde hace mucho tiempo. El haber escuchado su dulce saturación le dio un par de palmaditas a nuestro corazón para que nos cayera el 20 de que esto NO era un sueño.
El showcase de Levitation fue la noche perfecta para calentar motores para una edición que peca de especial, de importante y una donde NRMAL demuestra una vez más que las cosas siempre se deben hacer con amor.
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