Ya pasó una década desde que Coachella presentó uno de los carteles más completos y consistentes que ha tenido a lo largo de la historia y que, curiosamente, en la actualidad es muy complicado imaginar que Throbbing Gristle y My Bloody Valentine tuvieron un lugar importante justo el día que tocaba The Cure.
Hoy encontrar esos tres nombres es muy complicado por los cambios que se han dado en los últimos 10 años tanto en la industria musical, como en la apertura que se le ha dado a géneros como el hip hop, reggaeton y la electrónica mucho más genérica por medio de las redes sociales.
Y está bien, los tiempos cambian, las tendencias son diferentes y lo más importante: los festivales cambian de target. Es por eso que Coachella ha ido cambiando de forma radical y en lugar de encontrar a la cabeza nombres como Radiohead, Pulp, Blur, Godspeed You! Black Emperor o encontrar reuniones como la de Refused, At The Drive-In y Cocteau Twins (que no pasó, pero estuvieron a nada), ahora la curaduría se enfoca más en lo que sucede en los charts y en lo que escucha la generación que adora tomarse selfies en Instagram.
Sí, tú, el que se quejó porque vio a Ariana Grande como headliner de Coachella, lamentamos decirte que el festival ya no está pensado para ti (ni para muchos de nosotros), por lo que Golden Voice (la promotora detrás del festival) ha creado algunas extensiones bastante interesantes que se siguen enfocando en bandas un poco más de nicho (aka modernland) como el Desert Daze, por lo que ya no es de extrañarse que las primeras líneas de Coachella 2019 estén dominadas por Diplo, Solange, Diplo 2.0, Kid Cudi, Khalid, Diplo 2.5, Zedd, Dillon Francis, DJ Snake y más Diplo Empire.
Este es el cartel de este año:

Aunque el ojo se enfoca de forma inmediata en los nombres grandes, es muy interesante ver cómo la presencia latina ha ido en aumento dentro del cartel, ya que hasta hace algunos años podíamos ver super escondidos los nombres de Café Tacvba, Hello Seahorse, Zoé o Caifanes, mientras que ahora no solo encontramos bandas mexicanas (¡Los Tucanes de Tijuana están en la tercera línea!), sino también de los países vecinos del sur como las Robertas, Tomasa Del Real y Javiera Mena.
Naturalmente al hablar de actos latinoamericanos es imposible no mencionar a J Balvin y Bad Bunny, justo en un momento donde el reggaeton comenzó a pasar por un proceso de aceptación que hace exactamente 10 años no existía. Será la generación entrante o la apertura por medio del Internet, pero es un reflejo de cómo los festivales han tenido que salir de su purismo para adaptarse a las tendencias actuales y vender miles de boletos para seguir existiendo (incluso Primavera Sound lo hizo este año).
Lo malo de todo esto, es que la polémica se centra única y exclusivamente en sí Coachella perdió su personalidad natural o sí hay que adaptarnos «a lo que hay», cuando en las letras pequeñas del cartel podemos encontrar actos bastante interesantes como Iceage, Yves Tumor, SOPHIE, U.S. Girls, Let’s Eat Grandma, Men I Trust y Mac DeMarco que, si bien siguen siendo parte de la audiencia que suele caerle al Pitchfork Festival, FYF Fest o Levitation, da la impresión que el imperio del festival quiere seguir acaparando la atención de todas las audiencias posibles.
Solo basta ver que 2019 marca el atípico regreso de Aphex Twin al festival; uno donde puede que se tome la libertad de trollear a los asistentes con un set de noise o bien, quizá hasta él mismo se adapte a los patrones de Coachella con un set mucho más relajado… que ya ha pasado en algunas de sus presentaciones en festivales.
¿Ustedes qué opinión tienen sobre el cartel de Coachella? ¿Les gustó? ¿No les gustó? Compartan su veredicto con nosotros, ya que obviamente de este cartel también se desprenden algunas posibilidades de los actos que podremos ver en México durante los próximos meses.






