Por Alexa Olán
La historia de los Jet Nebula comienza entre fiestas, aunque probablemente la de la mayoría de las bandas también. Al inicio, este no era el nombre que estos compas le daban a su música, se reunían para echar el jam, una que otra chelita o sustancia, pero este proyecto aún no se encontraba bautizado o aterrizado.
Para bien o para mal, la fiesta más brutal se convertiría en un llamado de atención para el desarrollo de los Jet, cuando un choque que pudo resultar mortal los sacudió en la convergencia de Periférico y Calle 10. Una serie de eventos desafortunados fue lo que terminó inspirando su primer EP homónimo.
Todas estas experiencias terminan siendo como un agujero de gusano, un vórtice que puede resultar violento, que te agita con intensidad sin que sepas hacia donde te dirige, pero al final, puedes encontrar un camino que te lleve a la serenidad, el color y perderte en paz, como en una nebulosa en medio del espacio.
Retomando elementos del vaporwave y el rock de los setenta y ochenta, que se entremezclan con el misticismo de las nebulosas espaciales, los Jet Nebula arrojan un sonido crudo y futurista, pero sobre todo, una cadena de emociones estrepitosas que buscan impactar en el escucha.
Aunados a todas estas experiencias, el caos, la fragilidad, el miedo, la felicidad y la fragilidad del ser humano son explorados en un EP bautizado como Jet Nebula, un material que nos enfrenta a una pangea de sensaciones al ritmo de algo del rock psicodélico más fino que la escena mexa tiene para ofrecer.
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