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CONTEO

Las mujeres que pusieron las bases en la música electrónica

Por @MyBlogCliche

Las mujeres siempre se han enfrentado a un sin fin de limitaciones impuestas por nuestra sociedad que en lugar de frenar su ambición por lograr sus metas, de cierta manera ha provocado que su espíritu combativo las incite a ir más allá de las posibilidades para vivir en un estado de reinvención constante tanto a nivel social, como a nivel artístico y cultural.

Por ejemplo, al momento de hablar sobre tecnología o las bases de la música electrónica siempre se habla de Kraftwerk, Jean Michael Jarre y proyectos liderados por hombres, cuando la aportación de las mujeres en la estructura de muchas de las cosas que escuchamos en la actualidad fue pieza fundamental, incluso para el trabajo de los actos que acabamos de mencionar.

Ya sea con la manipulación de cintas cuando apenas se iban diseñando los primeros aparatos modulares y los sintetizadores que fueron adoptados por el krautrock y el avant garde de los 70, hasta su compleja visión para desarrollar herramientas que por medio de secuencias de audio las llevaron a componer piezas que con aún con el paso de los años siguen sonando adelantadas a su época.

Esos son tan solo algunos de los aspectos que ayudaron a que la música electrónica fuera encontrando su propio camino dentro de terrenos que en aquel entonces lucían sumamente imposibles y más para una mujer que lucha de forma individual para expandir sus conocimientos en las sombras, como si tuvieran que hacerlo en secreto (lamentablemente eso sigue pasando).

Por esa razón, les traemos una selección con las mujeres que se encargaron de poner las bases en la experimentación musical cuando nadie estaba realmente consciente del impacto que iba a tener en futuras generaciones y no solo en aquellas que se enfocan en la electrónica contemporánea, sino también en aquellos compositores que partiendo de una melodía logran componer un imponente monstruo orquestal.

Pierre Schaeffer fue uno de los precursores de la denominada música concreta y su trabajo fue el hilo conductor de una generación que sintió curiosidad por la complejidad de sus composiciones.

Esto le paso a la francesa Éliane Radigue, quien después de escuchar una de sus piezas mientras estudiaba piano, decidió clavarse de lleno en la experimentación e improvisación electrónica al adoptar el equipo modular ARP 2500, con el que se dice que compuso cada uno de sus lanzamientos desde los 70 hasta la década actual.

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