Desde que se implementaron las restricciones a nivel mundial por el COVID-19, fue muy evidente que los eventos que reunían grandes cantidades de personas en un mismo lugar estarían entrando al congelador, comenzando por los conciertos y festivales masivos.
Si bien en meses recientes se han publicado teorías donde se menciona que las cosas se podrían reactivar durante el primer trimestre de 2021, hay quienes piensan que las cosas podrían estabilizarse hasta 2022, al menos en el caso de los festivales a gran escala.
Para comenzar a salir de dudas en un momento donde ya se está experimentando con auto-conciertos y espacios diseñados para disfrutar de presentaciones con distanciamiento social, en Leipzing, Alemania decidieron ir un poco más allá de lo planteado para estudiar las formas en las que puede propagarse en el COVID-19 dentro de recintos cerrados.
Restart-19 es el nombre de un proyecto que implementó un grupo de científicos, donde básicamente realizaron tres conciertos en un venue para ver de qué manera y a qué escala se puede propagar el virus durante un evento, y así implementar medidas con las que se pueda contrarrestar el efecto sin seguir frenando los conciertos, pues es evidente que en solo 5 meses se han registrado perdidas financieras bastante abrumadoras.
Para estos conciertos se tuvo un registro de 4,000 voluntarios que dieron negativo a la prueba de COVID-19, y en ellos se les brindó todo el equipo de protección para disfrutar de la experiencia en tres formatos diferentes: El primero de ellos fue en el formato tradicional de un concierto antes de la pandemia, mientras que el segundo contó con medidas de distanciamiento social y el tercero estuvo diseñado para una audiencia mucho menor.

Aunque el gobierno de Alemania no estuvo de acuerdo con el proyecto el Ministro de Economia y Ciencia mencionó:
«La pandemia del coronavirus está paralizando a la industria. Mientras exista un riesgo de infección los conciertos masivos, viajes y eventos deportivos no pueden realizarse. Por eso es importante descubrir qué técnica y condiciones pueden ser efectivas para disminuir el riesgo.»
El promedio de edad entre los asistentes fue de 18 y 50 años, y aunque de momento no se han publicado los resultados finales sobre cuántas personas resultaron infectadas o el nivel de efectividad de Restart-19, resulta muy interesante ver las fórmulas que están implementando distintos países para reactivar uno de los sectores más importantes del entretenimiento en medio de la pandemia.
¿Ustedes asistirían a un concierto de prueba? Acá una muestra de la cobertura: