Recuerdo cuando en los años noventa comenzó a popularizarse el término world music. Se trataba de un montón de músicos que viajaban por el mundo y recolectaban sonidos los cuales interpretaban según su propio criterio. Aunque era una buena manera de acercarse a sonidos del mundo, de alguna manera esto terminaba por ser solo una probada superficial empaquetada por las grandes disqueras.
Monoswezi puede ser descrito como la manera adecuada de acercar esos sonidos y culturas al mundo occidental. No se trata sólo de recopilar temas sino de crear nuevas canciones con base en el mestizaje de ambas regiones del mundo.
Para empezar los integrantes de Monoswezi vienen de Mozambique, Noruega, Suecia y Zimbabwe, y no nos referimos a que son hijos de inmigrantes, no, aunque la base del colectivo es Noruega, los músicos siguen viviendo en sus naciones de origen por lo que el aporte musical de sus folclores es directa.
Todo esto se ve reflejado en Shanu su más reciente disco y el primero que saca el colectivo desde el 2017. Se trata de un material bastante interesante que de verdad acerca culturas y nos demuestra que el mestizaje es la salida así como la fórmula para la evolución tanto musical como social:
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