¿Alguna vez se han preguntado de dónde vino el término de «música industrial»? Seguramente es un término que ha venido a su mente cada que escuchan bandas como Nine Inch Nails o Ministry, aún cuando su sonido es la mutación de una base inclinada a la experimentación sonora, avant-garde y la fascinación por el performance en su estado más confrontador.
«Industrial Music For Industrial People» es una frase que se le atribuye al artista californiano Monte Cazazza, quien a lo largo de su carrera se estableció como un especialista en el arte del performance con montajes que provocaban a la audiencia en la década de los 70, razón que con toda naturaleza lo acercó al trabajo que estaba realizando Genesis P-Orridge y Cosey Fanni Tutti con COUM Transmissions en Inglaterra.
Es así, como Monte Cazazza se mudó del otro lado del mundo para trabajar de cerca con ellos dentro de Industrial Records, sello que fue operado por Throbbing Gristle para distribuir sus propias grabaciones, archivos de COUM Transmissions y, por supuesto, algunos sencillos de Cazazza como «To Mom On Mother’s Day» y «Something for Noboby».
A inicios de los 80, Monte Cazazza también se involucró en otros proyectos musicales ligados al performance como Factrix, con quien lanzó California Babylon en 1982, y en el álbum retrospectivo The Worst Of Monte Cazazza aparecen algunas grabaciones que hizo con The Love Force.
Aún con este historial, las controversias en las que formó parte por medio de sus presentaciones y el impacto que sigue teniendo su trabajo, es importante mencionar que también formó parte del Psychic TV de Genesis P-Orridge, principalmente en los álbumes Allegory and Self, Dreams Less Sweet, Mouth Of The Night y el clásico sencillo «Godstar».
El pasado 30 de junio, Meri St Mary confirmó en sus redes sociales el fallecimiento de Monte Cazazza a los 68 años de edad luego de pasar por un periodo luchando con problemas de salud, siendo una pérdida de suma importancia dentro de los orígenes de la música industrial, experimental y performance.
Descanse en paz, Monte Cazazza.






