Texto por: Ruy Martínez
Fotos por: Ángel Castellanos
¿Qué es el punk? Para muchos se trata de un simple género musical. Para otros es una filosofía; existen personas que afirman que es una combinación de ambos. También hay quien afirma que el punk murió hace mucho y que nada de lo que suena al día de hoy tiene que ver con lo que se planteaba en su origen, por ahí de finales de los años 70. Nosotros creemos que el punk sigue vivo y que va cambiando de forma conforme pasan las generaciones y para prueba de esto tenemos la segunda edición del CMBA Punk Rock Fest, la cual se llevó a cabo el pasado sábado 2 de septiembre.
Comencemos por lo obvio, si alguien es purista del punk, probablemente le salieron ronchas al ver el cartel. Un rapero (LNG/SHT) y dos bandas, una de metalcore y post hardcore (The Crown Empire) y otra de deathcore (Attila) eran los nombres grandes. Dentro del resto del roster encontrabas nombres controversiales como Nikki Clan o Drims, que a primera vista no pertenecen al punk pero que a la larga terminarían encajando, pero de esto hablaremos más abajo.

Pero hablemos de lo que sucedió en esta edición.
Luzer fue la banda que se encargó de abrir el festival. se trata de una banda pop-punk típica. El humor está presente junto con la irreverencia. Interesante es que tienen un concepto bastante claro y definido el cual acompañan con buenas rolas,lástima que les cortaron su presentación porque empezó justo Drims en el siguiente escenario.
Por otro lado, Drims abrió las actividades en el escenario principal. A pesar de toda la polémica alrededor de su presentación hubo bastante gente que llegó temprano para verlos y sus set fue aplaudido y coreado.
Después llegó el turno de Sgt Peppers, banda con la que se inauguró el primer pogo de la tarde, desgraciadamente tampoco pudo terminar su set ya que fue cortado antes de que pudieran tocar su última canción ya que de nuevo el escenario principal estaba por reanudar sus actividades.



En el escenario principal llegó el turno de uno de los consentidos de la nueva ola de bandas pop punk en nuestro país: Barney Gombo, el cual fue la primera banda que se notó que tenía un fanbase importante como para tocar incluso más tarde. Caso contrario ocurrió con Cuatro y Medio, una banda con mucho más recorrido que a pesar de dar un buen show, no terminó por conectar del todo con el público.
Una de las bandas más esperadas de la tarde fue Tungas. Hay que recordar que se trata de uno de los grupos de punk rock más queridos en nuestro país y su trayectoria se acerca a los 18 años de existencia. Sin embargo desde hace tiempo la banda toca una o dos veces por año y sólo en momentos especiales así que el público aprovechó cada una de las canciones de su show como si fuera el último.



Para cerrar el escenario secundario llegó´el turno de Elli Noise, banda que repitió de la edición pasada pero que en esta ocasión dividió se presentación en dos: una acústica y una eléctrica, fue un momento interesante que sirvió para comenzar a despedir la tarde y comenzar a darle la bienvenida a la noche.
Otra banda clásica fue Taller Para Niños, leyenda del pop punk nacional y que tuvo un set cargado de nostalgia para aquellos que crecieron en la década de los dosmiles y que agradecieron el momento que regaló la banda el cual seguro remontó a más de uno a su adolescencia.
Fue en este momento en el que llegó la hora del meme. Esto debido a que era el turno de Nikki Clan, banda que tuvo un hit dentro de la escena emo y pop punk pero que nunca perteneció realmente a la escena al ser más una banda creada por la industria. Su presentación fue interesante, la mayoría del tiempo el público los recibió con aplausos y vitoreos aunque todos estaban esperando ese hit que llegó hasta el final. Por otro lado los integrantes agradecieron que no fueron bajados como cuando tocaban hace 15 años.



La noche siguió con Here Comes The Kraken, banda que también repitió del año pasado pero que en esta ocasión llegaron bajo el nombre de Anti-Pxndx, esto quiere decir que se aventaron un set con puras canciones de la banda regiomontana, que fue sin duda el momento en el que el público más se desgarró la garganta.
Tras esto empezaron a llegar los headliners.
Primero fue el turno de GUFI, banda chilena que en los últimos años ha tenido un gran crecimiento y que ha llegado a tener una gran aceptación por el público punk rocker de nuestro país. Luego subió al escenario Finde, lo cual supuso el regreso de los clásicos del pop punk mexicano; ni una garganta quedó sana tras sus show.



Sin duda uno de los mejores momentos de la noche fue el show de Attila, quienes con su metalcore y deathcore dejaron en claro que fue todo un acierto que los hayan elegido para ser unos de los nombres que encabezaron el festival. El moshpit fue brutal, y no hubo momento de paz durante su show. Caso similar fue el de Crown The Empire, aunque aquí sí que hubo momentos en los que el moshpit frenaba para darle paso a los coros apasionados que el público recibió con bastante intensidad.
Para cerrar el festival se eligió a LNG/SHT, el rapero para punk rockers.
El show de LNG/SHT fue muy especial ya que, si bien su historia tiene un claro origen dentro de la escena punk, es verdad que los últimos años lo han ido alejando cada vez más de ese sonido crudo y punky. Para resolver esto, el rapero decidió presentar un set en el que reinaron las canciones de sus primeros dos discos, empezando por el Les Juro Que Sí Llego, que tocó de principio a fin. Sin duda el mejor momento de su show fue cuando ligó “El Punk Rock Arruinó Mi Vida” y “Ya no Sos Igual”,esta última siendo un cover de Dos Minutos.



Conclusiones:
Por último hay que mencionar un par de cosas de este festival. La primera es que no hay que ser muy despiertos para darse cuenta que no tuvo la respuesta que los organizadores esperaban tomando en cuenta que la primera edición fue un éxito total. Esto en cuanto a números se refiere. Empezando por el hecho de que se mudaron del Velódromo a la Carpa Velódromo, lo que puede sonar similar pero estamos hablando de capacidades totalmente diferentes.
Esto se puede deber a varios factores que van desde la tardanza en anunciar los headliners, la inocencia que tuvieron los organizadores al pensar que el mismo público del año pasado el cual fue en masa siguiendo a la nostalgia más que al amor por el punk, iba a asistir sin importar nada. Por último también está el hecho del cambio de fecha.






En fin, espero que los números hayan sido lo suficientemente buenos en cuanto a ingresos como para asegurar una tercera edición y que Zepeda Bros haya aprendido de los errores que llevaron al decrecimiento en asistencia y puedan regresar el año que viene al Velódromo con un cartel con una mayor capacidad de convocatoria.
Esperamos que vuelvan, con mayor fuerza y nueva energía punk rock.








