Skip to content

COBERTURA

slipknothh2023
slipknothh2023

De Slipknot a Ministry y Billy Idol: Una controversial edición del Hell and Heaven Open Air

Fotos/Texto: José Ignacio Hipólito

Con más de 13 años de historia, el Hell and Heaven, es un festival que se ha caracterizado por tener en sus carteles a algunos de los nombres más grandes de todos los subgéneros del metal; desde las leyendas del industrial Fear Factory, hasta el padre de todo el sonido pesado como lo conocemos: Ozzy Osbourne.

A lo largo de su historia, el evento ha ido creciendo y evolucionando. Y debido a que ha sido “independiente” (es decir, fuera del control total de OCESA, a excepción de un par de ediciones en donde tuvo mano como productora), el Hell and Heaven se ha tropezado con muchos “aprendizajes”. Y su edición 2023, no fue la excepción.

Viernes HH23 29

Controversias

Probablemente lo que más llamó la atención en redes fue la cancelación de 30-32 bandas que estaban anunciadas en su cartel, entre ellas, Mudvayne, Coal Chamber, Tiger Army, GWAR, Hocico, Front Line Assembly, Voltax y Here Comes the Kraken.

Algunas de las bandas que cancelaron dieron una explicación extensa acerca del por qué, pero muchas otras, sólo lo redujeron a “causas ajenas a la banda”. Se alegaba la falta de pago, como fue el caso de Hocico, y también la falta de logística, como lo declaró Coal Chamber.

Aunado a esta controversia, el primer día del festival tuvo un par de desbarajustes, que a pesar de ser menores, resonaron mucho en redes.

Viernes HH23 10

El primero, el portazo. En un video que recorrió todas las plataformas sociales, se puede ver cómo la gente rompe una de las vallas de madera que daban acceso al festival. Esto pasó pero no en el contexto que muchos lo interpretaban.

Dicho “portazo” se dio sólo entre los que tenían un boleto. Este acto de desesperación se llevó a cabo dado a que minutos antes de que se presentara la primera banda del cartel, las instalaciones no estaban listas todavía. Los baños no habían llegado y las vallas que separaban las secciones del VIP y general, aún no terminaban de montarse.

Y el segundo desbarajuste fue la falta de baños en la sección VIP, que eran parte del atractivo de ese pase al festival. En lugar de los espacios semi-privados con aire acondicionado y lavamanos que se anunciaban con la compra del boleto, el primer día sólo contó con un par de porta potties para los que se hizo una fila enorme. 

Viernes HH23 12

Viernes

Aun así, con este par de tropiezos que hicieron al Hell and Heaven tendencia en X (previamente conocido como Twitter), el festival se llevó a cabo sin pormenores tan graves como la gente en redes lo hacía ver.

La primera fecha abrió con Code Orange, quienes estrenaban algunas de sus nuevas canciones en México. Sonaron canciones como “Take Shape”, “Swallowing the Rabbit Whole” y “Bleeding in the Blur”. Al terminar su set, el cantante y baterista, Jami Morgan, agradeció al público por llegar temprano al festival y escucharlos.

El día siguió con The Casualties, que a pesar de no tener a ninguno de sus miembros originales, siguen dando un gran show. Sus fanáticos siguen coreando canciones como “We Are All We Have” y “Unknown Soldier”, y aunque actualmente no haya ninguno de los involucrados en escribir dichos temas, siguen resonando tanto en la gente, que no importó.

Después de ellos, en el mismo escenario, Sick of it All fue la encargada de amenizar los empujones. La legendaria banda del hardcore neoyorquino dio un show en el que incluyeron clásicos como “Scratch the Surface” y “Step Down”. Y como en todos los shows punk, la precariedad fue un instrumento que instigó los gritos y los moshpits. Durante un par de minutos al principio de su presentación, la guitarra de Pete Koller fallaba, y la gente le gritaba incesantemente. Pero una vez que la logró reparar, el circle pit creció al doble.

Mientras tanto, en el escenario True Metal, Havok, una de las bandas más populares del revival del thrash metal de principios del 2000, daban una presentación concisa y tremendamente rápida. Los blast beats incitaban a los saltos, mientras que los gritos en falsetto obligaban a la audiencia a levantar su puño en alto.

Por último, y a pesar de los rumores que había de que no se presentarían, Slipknot cerró el primer día del Hell and Heaven de manera espectacular. Abrieron su set con “The Blister Exist”, la canción que abre su tercer álbum Vol. 3: The Subliminal Verses.

Sonaron también clásicos del primer álbum como “Wait and Bleed” y “Eyeless” que no formó parte del setlist del año pasado.

La fecha en el festival coincidió con el cumpleaños de Mick Thompson, uno de los guitarristas de la banda, y antes de empezar a tocar “Duality”, Corey Taylor incitó a la audiencia a cantarle feliz cumpleaños.

Desgraciadamente, el show sería el último que daría el baterista Jay Weinberg, quien estuvo cerca de 10 años con Slipknot. Un día después de su presentación en el festival, las cuentas de redes de la banda, anunciaron su expulsión sin dar mucho contexto más que “diferencias creativas”.

Sábado

El segundo día del festival siguió dando de qué hablar con cancelaciones de último minuto, pero a pesar del disgusto de la gente en redes sociales, los asistentes al evento parecía no importarles.

El día empezó con London After Midnight, quienes regresaban a México después de casi 10 años de su última presentación en la capital del país. La banda de Sean Brennan abrió con “Your Best Nightmare” y cerró con “Sacrifice”, recordándonos por qué ese primer álbum llamado Selected Scenes from the End of the World es una joya.

El día siguió con una artista que también regresaba a México, pero con otra versión de ella misma. Poppy no había visitado nuestro país desde el lanzamiento de su álbum Am I Girl? y desde entonces, la artista se ha sumergido en un mundo un poco más oscuro. Sus álbumes I Disagree, Flux y Zig, están más cargados hacia los sonidos pesados. De ahí que la cantante de “BLOODMONEY” decidiera presentarse en un festival dedicado al metal.

Su show sorprendió a más de uno que no esperaba escuchar riffs dignos de un álbum de black metal, ni mucho menos oírla gritar de la manera en la que lo hizo.

Al mismo tiempo, en el escenario Negra Modelo, Ministry, la mítica banda liderada por Al Jourgensen, daba una cátedra de cómo se da un concierto en vivo. A pesar de no contar con mucho tiempo, la agrupación empezó con “Thieves”, y cerró con su más reciente sencillo “Goddamn White Thrash”, probando la longevidad de una agrupación que ha dicho adiós para siempre y regresado en más de una ocasión.

En el escenario principal, Bad Omens debutaba en México. La nueva sensación del metal alternativo, se presentó ante una audiencia que los esperaba ansiosamente. Hubo gritos indiscriminados al cantante Noah Sebastian, a quien también le cayó un Dr. Simi vestido como él.

Para un festival, la banda tocó un poco más del tiempo promedio, con 17 canciones en su set, Bad Omens recorrió su discografía, haciendo paradas en su álbum debut, Finding God Before God Finds Me y THE DEATH OF PEACE OF MIND.

A unos metros, Ville Valo cerraba el escenario gótico. Con un lleno que se veía a distancia, el excantante de HIM y el creador del heartagram, recordó a todos los asistentes porque su nombre siempre se menciona cuando se habla del rock gótico.

Su set estuvo plagado de canciones de la banda que se separó hace algunos años, pero sin olvidar el balance con su carrera solista que empezó en el 2020 con Gothica Fennica.

El segundo día del Hell and Heaven terminaría con MUSE, quienes ya habían cerrado su gira del álbum Will of the People en la O2 Arena de Londres, pero decidieron hacer una última parada en el Hell and Heaven para despedirse de esta etapa de la banda y de su gigantesca producción que ha dado la vuelta al mundo.

A pesar de que el setlist de su presentación en el Foro Sol a principios de este año cambió un poco, la estructura fue parecida. Algunas de las canciones especiales que recibió el festival fueron “Stockholm Syndrome” y “You Make Me Feel Like It’s Halloween”.

Domingo

El último día del festival empezó con una banda que el día anterior había cancelado: Cemican. La agrupación que mezcla los sonidos más oscuros del metal con instrumentos prehispánicos, reemplazó a GWAR, quienes decidieron no anunciar su ausencia.

En el escenario Negra Modelo, la banda que previamente iba a cerrar el viernes, se subió a dar su primer concierto en México con su alineación original. Biohazard, los pioneros en combinar el hardcore con el hip-hop, dieron un show llenó de vitalidad.

Para una banda con 35 años de historia, la banda brincaba y gritaba como si se tratara de 1988, año en el que se formaron.

En el escenario principal, la banda de Rob Flynn, Machine Head, estaba dando uno de los mejores shows de su vida, dado que, el cantante y guitarrista, estaba muy emocionado por ser la banda que le precedía a Guns N’ Roses, o al menos así lo contó a mitad de su set.

“Estaba muy ansioso por esta presentación. No sé si lo sepan, pero yo fui a ver a Guns N’ Roses cuando era un adolescente al Warfield de San Francisco, y ver aquél show, durante la gira del Appetite for Destruction, me impresionó tanto, que lo más seguro es que no estuviera en este escenario si no fuera por ellos”.

A tan sólo unos metros, después de que Machine Head cerrara su set con “Halo”, Billy Idol tomaría el escenario para satisfacer a todos esos fanáticos del rock de los 80. Empezando con “Dancing with Myself”, el artista de casi 70 años, cantó, bailó y recorrió el escenario incontables veces, incitando a la gente a hacer lo mismo. Junto a su guitarrista de más de 30 años Steve Stevens, el icono del pop, rock y punk, recorrió su catálogo musical. Tocó canciones de su lejano pasado con Generation X, hasta canciones un poco más recientes como “Cage”, que dedicó a la pandemia.

Por último, era el turno de Guns N’ Roses, la banda más esperada de todo el festival. A pesar de que en los horarios oficiales del evento se indicaba que la agrupación tocaría 4 horas, en realidad su set fue un poco menos, pero con 28 canciones, todos los asistentes, quedaron satisfechos.

Sonaron todos los clásicos: “Welcome to the Jungle”, “Knockin’ on Heaven’s Door”, “Live and Let Die”, “Sweet Child O’ Mine” y por supuesto “November Rain”, y con “Paradise City”, la banda se despediría de los escenarios por un rato. La última parada de la gira que reunió a Slash, Duff McKagan y Axl, fue memorable. Tal vez Axl ya no cante como lo hacía en los 90, pero su leyenda siempre resurge cuando el nombre de Guns N’ Roses se menciona.

Relacionados

Volver arriba