Do It Again
Röyksopp & Robyn
Cherrytree/Interscope
80%
Por Roy Rojas
No hay necesidad de mucho esfuerzo en el primer corte de esta aventura subliminal. Un zumbido guía el camino; éste se mantiene constante en los casi diez minutos que dura “Monument”. La voz de Robyn a paso lento y el beat contenido… una emoción recorre la piel, la tensión en el cuerpo se resguarda con la trompeta en la mitad de la canción. La pieza se apaga lentamente… Röyksopp y Robyn editan un mini álbum de cinco pistas que es “la acumulación y la materialización de la sinergía” entre los noruegos y la sueca. Intentaron que fuera “diverso y cohesivo, una expresión en donde el pop y el arte estén de lado a lado”. Do It Again no se trata de una colaboración de uno sobre la música de otro, es algo “completamente diferente”. Eso han dicho los músicos. Y sí. Es una exploración de otros terrenos.
Cuatro años después de publicar “Senior”, Röyksopp compartió algunos sencillos como “Twenty Thirteen” y “Something In My Heart”, cuyas voces realiza Jamie Irrepresible; dos piezas más lentas a lo que habían mostrado sus álbumes anteriores; la segunda canción incluso se aleja radical y conceptualmente de la música electrónica. “Running To The Sea” en colaboración con la cantante Sussane Sundfør fue otro tema publicado en los primeros meses de este año y deja escuchar a los noruegos en forma, experimentando con la estructura…y esa exploración ha culminado (al parecer) en este álbum.
Lejos de encerrar en un género a Röyksopp (Torbjørn Brundtland y Svein Berge), pensemos en el grupo como se autonomina: un monstruo de dos cabezas tratando con el campo de la música electrónica contemporánea. Robyn, Torbjørn y Svein ya habían trabajado juntos anteriormente en canciones de uno y otro, respectivamente. Ahora se reúnen en una montaña rusa de música que termina en donde inicia. Podrían parecer un conjunto de canciones sin relación alguna, sin conexión y sin algún significado; en realidad se trata del acercamiento a una experiencia que comienza lentamente con “Monument”, diez minutos de una intensidad contenida. “Say It” es un macanazo de dance demoledor con tres líneas en toda la canción:
I want you
I want you, too
Quiet!
El círculo sonoro comienza a tener forma a medida que sigue el álbum. Justo ahora se dibuja la mitad de la esfera con “Do It Again”; EDM perfecto en su origen y finalidad, es sin duda sencillo radiable de cuatro minutos de duración. Parece no tener importancia, pero el mensaje de Röyksopp y Robyn se encuentra en el tiempo de las canciones:
Monument (9:58) – Inicia lentamente la aventura sonora
Say It (6:26) – La curva o figura musical toma forma, el ascenso de la experiencia a una parte más alta, como ir en una rueda de la fortuna y encontrarnos en el punto medio de la cima y la parte más baja.
Do It Again (5:07) – Estamos en lo más arriba que nos llevará el álbum, pop bailable de corta duración, pues el clímax en las historias no dura mucho.
Every Little Thing (4:03) – Ahora el sonido va hacia abajo, el ritmo es más lento sin perder la posibilidad de mover el cuerpo lentamente, una balada que habla sobre la espera por un amor que se resiste… no podría durar más, la espera un de amor resultaría dolorosa si se extiende otro fragmento de tiempo.
Inside The Idle Hour Club (9:54) – Nuevamente casi diez minutos, el descenso es lento y agradable, sin alguna letra, melancolía y nostalgia en medio de beats electrónicos y sintetizadores amorfos con atmósferas sutiles que se desvanecen suavemente.
Do it Again es más interesante de lo que parece. Tres artistas en exploración del pop y la electrónica sin ningún compromiso más que el de retarnos y llevarnos a otros territorios. Esta ocasión lo han logrado.







